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CÚCUTA.- El fondo musical de la cafetería del barrio Caobos es propicio para escucharle al ex gobernador de Norte de Santander, Sergio Entrena López (1995 – 1997), por qué regresó a la ciudad, luego de vivir en Europa, y para qué quiere ser el alcalde de Cúcuta. La respuesta es simple y sincera “estoy en la mejor edad de mi vida”.
A los 66 años, la mayoría vividos en la capital de Norte de Santander, ha tenido la oportunidad de conocer varias regiones colombianas y algunas latitudes de España, Italia y Francia. Es economista, ha pasado por cargos consulares (Valencia – España), gerencias de bancos, salones de clase y el Concejo cucuteño. “No busco la alcaldía de Cúcuta para enriquecerme”.
Hoy, goza de una pensión que le permite vivir con ciertas comodidades y de manera digna. “Mi objetivo en la vida no ha sido hacer plata, sino vivir de manera honesta y responsable. Quiero que esa lección de vida les quede a mis hijos”. En ese momento de la conversación se le quebró la voz y los ojos enrojecieron por la emoción que siente al hablar de los herederos.
Al pretender llegar a la Alcaldía no tiene como plan utilizarla, en el futuro cercano, como plataforma para alcanzar otras posiciones políticas. Esa es la costumbre entre los colombianos y aquí podría romperse la regla. “Estoy de salida y quiero tener la satisfacción de dedicarle cuatro años a la ciudad”.
¿Por qué se metió en este cuento de ser alcalde de Cúcuta?
Soy un soñador. Vivo siempre en función, primero, de mi familia, y después, de mi ciudad. Tengo todavía sentido de pertenencia y la responsabilidad de aportar de lo mucho que he recibido algo que beneficie y mejore las condiciones de vida de la ciudad. Quiero ser partícipe de un proceso de cambio en la ciudad.
¿De esa experiencia en el exterior qué se puede aplicar en Cúcuta?
Podemos tomar experiencias europeas y aplicarlas aquí, sujetas a la realidad. El conocimiento es fundamental, por eso tenemos que insistir en que las universidades nuestras tienen que mejorar la calidad de la formación. Podemos aprovechar los contactos con empresarios, autoridades y con un sistema social que nos puede favorecer.
¿Cómo ve a Cúcuta?
Tiene un problema social grave, no solo desde el punto de vista económico, por el hambre, por la falta de empleo y de oportunidades de ingresos. No hay que pensar solo en vivir de un salario, sino en generar ingresos adicionales mediante otras actividades que permitan mejorar el nivel de vida. Otro aspecto es la propiedad del suelo, la ciudad está con un porcentaje alto de construcciones en terrenos que no les son propios y que al invadirlos ahora busca la legalización.
¿Cómo mejorar el desorden reinante en la ciudad?
Primero, con autoridad. Aquí falta un alcalde con carácter, que planee, que organice, que tenga un equipo de funcionarios expertos en cada asunto, que no le tema vincular a especialistas capaces en cada rama de la administración pública. Segundo, con la retroalimentación con la comunidad para que se traduzca en el programa de gobierno municipal que consulte las necesidades de los cucuteños y no el interés del alcalde para que no se convierta en el amo y señor de la ciudad. Tercero, con la formulación de proyectos sustentables desde los puntos de vista económico, social y ambiental, para que la ciudad compita con el resto de capitales de departamento en la búsqueda de recursos del presupuesto nacional. Cuarto, con gestión, llamando a los sectores empresarial y privado, y vinculando a la universidad para que ejerza el papel asesor.
¿Los cuatro años de mandato serían cortos para aplicar esta metodología o serían la cuota inicial?
Serían el comienzo de un programa de desarrollo de la ciudad a tres o cuatro administraciones. Sería darle un vuelco al manejo de la administración de la ciudad, con perspectiva y pensando en el mañana de lo que hagamos hoy con planeación, con disciplina.
Al común de los cucuteños las palabras le agradan, pero le gustan más las obras ¿qué proyectos propone para Cúcuta?
No puede haber obras si no se planean, si no se estructuran de la mejor manera y basados en el carácter científico que corresponde. Lo primero que se necesita, antes que obras, es recuperar el compromiso de autoestima, porque estamos golpeados. En materia de infraestructura hay muchos proyectos, pero primero hay que poner orden en la casa. No sabemos en qué condiciones se entregue la administración, qué proyectos se han comenzado y no se han concluido. Los proyectos básicos son el plan maestro de alcantarillado, la conexión del acueducto, la semaforización, la señalización de la ciudad, la nueva nomenclatura, la cultura ciudadana, el sistema integrado de trasporte público y la vinculación de nuevos inversionistas. Proyectos importantes los tengo, no los quiero decir ahora porque es tan pobre el aporte de los candidatos que los presento, me los copian y me los fusilan. No voy a trabajar para ellos. Tengo iniciativas en inversiones extranjeras y nacionales, turismo y ambientales.
Para cumplir con ese sueño de dirigir bien a la ciudad se debe contar con el respaldo de la clase política ¿cómo ponerla a trabajar por Cúcuta?
No creo que haya clase, sino disclase, porque no dan ejemplo de liderazgo, ni de trabajo por la comunidad, aunque hay excepciones. Cada uno debe cumplir sus funciones. Los congresistas deben participar en la gestión ante el Gobierno para conseguir recursos. Si no lo hacen, pues que el alcalde tenga carácter para decir cuál senador no ha cumplido con los proyectos. Se puede trabajar de manera concertada y darles los méritos que correspondan. Pero si no actúan, también hay que decírselo a la comunidad.
¿Cómo manejar el Concejo con todas las mañas heredadas?
Se supone que el Concejo es la junta directiva de la ciudad. Ellos en lo suyo, y la administración municipal en la organización. Quisiera que en los próximos cuatro años se trabajara con respeto y de manera concertada, cada quién en cumplimiento de lo suyo.
¿Cuál sería una ventaja sobre sus rivales en la contienda electoral?
La experiencia en distintos campos. He sido gerente de tres bancos, vicepresidente comercial de Findeter, vicerrector de universidad privada, vicepresidente de una empresa nacional de servicios públicos, he estado en la academia, cónsul de Colombia, sé cómo jalonar recursos para la región porque lo he logrado. Además, fui concejal.
¿Cuál sería una desventaja?
Es que no estoy como cajero automático de banco entregando dinero a todos el mundo para que me apoye. La nuestra es una propuesta basada en ideas y proyectos. El único día que tenemos los cucuteños para decidir la suerte de nuestra región y de la ciudad para los próximos cuatro años será el 25 de octubre.
RAFAEL ANTONIO PABÓN
Foto: PRENSA DE LA CAMPAÑA
