CÚCUTA.- La vida ha mostrado súper campeones, héroes con y sin capa, enmascarados que salvan ciudades, hombres con poderes extraordinarios, mujeres con virtudes excepcionales. Todos aparecen en la televisión y se hacen distantes a los mortales. La fama no permite que sean alcanzables para los seres humanos normales. En Cúcuta un joven reúne todas esas cualidades y va por el mundo tranquilo, casi sin hablar y sonriente.
La principal virtud es la disciplina para cumplir con lo que se ha comprometido. Es roquero, actor, bailarín, danzador, mimo, imitador, instructor, pintor y deportista. Para distraerse colorea mandalas. En ocasiones las horas no le alcanzan para darles rienda suelta a los personajes que inventa y que quiere representar en tarima.
El día comienza bien temprano en la madrugada para alargar los minutos y estar en cada lugar previsto a la hora señalada. Antes de salir de casa cumple con el rol de hijo. Los padres aprecian esos oficios sencillos, pero que resultan importantes para la vida compartida en el hogar.
- Marlon Mendieta tiene 27 años. Estudió la primaria y el bachillerato en el colegio María Concepción Loperena. Ahora, cursa licenciatura virtual en Educación Física, en la Universidad Tecnológica de Antioquia.
El recuento lo hace Jairo Mendieta, padre de Marlon, quien ha sido la sombra de este joven que padece de síndrome de Down. Esta condición no lo limita para llevar una vida normal, no tiene problemas a donde va y sabe lo que tiene que hacer. Ese comportamiento es una motivación para la familia.
En la niñez probó en la natación y no le gustó. En cambio, sintió atracción por el tenis y en esta disciplina ha triunfado en los Juegos Fides, hasta alcanzar el título iberoamericano. Este deporte lo alterna con atletismo y en este momento se prepara para asistir a los Paranacionales en pista y lanzamiento de bala. No hay tenis de campo.
En la maleta, que comienzan a preparar porque el viaje será dentro de un mes hacia Barranquilla, meterá las ilusiones de destacar en el relevo de 4 por 400. La marca en bala es de 6,20 metros. Es lo que le gusta y el padre lo complace, así esté consciente de que el biotipo no le da para atletismo.
De los comienzos del tenis de campo tiene el recuerdo de haber estado al lado de la connotada deportista María Camila Osorio. Recibieron los mismos entrenamientos con los mismos profesores. Esos aprendizajes le han valido para ganar y ganar en los Juegos Fides.
Otra faceta de Marlon Mendieta es la danza. En el colegio mostró habilidades y ganó el derecho a ser invitado a bailar en distintos escenarios. Un día, en clases de danza, se atrevió a corregir movimientos de los bailadores y los orientó. Esa intromisión no le gustó al profesor y lo invitó a subir a la tarima. Marlon obedeció, cuadró a la gente y la coreografía mejoró. Así ingresó al grupo.
- No me siento como el papá, sino como el hermano mayor. No exijo, no grito, no peleo. Somos amigos.
Hasta cualquier punto de la ciudad ha llegado Marlon para hacer las presentaciones. El público lo ha visto en el Palacio de Justicia, Parque Colón, Biblioteca Pública, Alcaldía, Gobernación, Bienestar Familiar, universidades y colegios. Además, ha viajado a Ábrego, Herrán, Pamplona y otros municipios de Norte de Santander.
De pronto, dejó el grupo y comenzó como solista. La explicación es simple. “Trabajar con grupos es complicado”. A veces no podía uno de los integrantes, después era otro el que se excusaba y así seguía el rosario de disculpas. Eso impedía la participación y el cumplimiento de invitaciones. Ahora, hace el trabajo en soledad. Inventa para las presentaciones y a la gente le gusta.
- Mucho joropo, rock, rocanrol, champeta, salsa, bachata, carranga, carnaval. Se mete mucho en lo que le gusta. Es la disciplina. Es comprometido con lo que le gusta.
En un cuaderno Jairo tiene apuntados los números que Marlon ha preparado y que están listos para que el público los disfrute. En el listado aparecen nombres de canciones o de artistas, son guías para no titubear en el momento de poner a rodar la pista. Están escritos a mano.
Este trabajo de llevar a Marlon a diversas plazas colombianas tiene como objetivo que lo vean, en desarrollo de un programa de inclusión. Y Jairo es del pensamiento que si los padres esconden a los hijos nadie sabrá de su existencia.
Marlon es autodidacta. Paso a paso aprendió de danzas, tenis, atletismo. Definitivamente, le gusta todo. Y si le faltaba algo por hacer, los domingos, en la ciclovía, cumple el papel de monitor de tenis. Involucra a hijos y padres de familia en el momento de recreación y deporte. De 7:00 de la mañana a 12:00 del día cumple esta función.
- Uno no debe obligar a los muchachos a hacer lo que nos les gusta. Muchas veces, lo que a uno le gusta, a ellos no.
RAFAEL ANTONIO PABÓN
Felicitaciones por darle la oportunidad de ser mas visibles a las personas que logran sobresalir en esta vida como deportistas artistas y mas a personas con discapacidad con capacidades especiales