1.- Si hay área nacional y binacional importante, así como prospecto internacional de proyecciones y posibilidades, en primer orden, indiscutiblemente, que es necesario otorgarle esa primacía a la zona fronteriza entre Colombia y Venezuela, pero en especial a la que define la Ciudadela de los Andes, o sea la que recapitulan Cúcuta y San Cristóbal. Tal como se argumenta y sustenta hace varias décadas, pero que no ha cuajado en la proyección, porque infortunadamente las cabezas y los directivos pensantes de uno y otro lado de la línea limítrofe han estado vapuleados por las intrigas y suspicacias de quienes han orientado la política desde Caracas y Bogotá, y porque no se ha luchado con vehemencia y persistencia en la obtención de una descentralización administrativa y una verdadera y auténtica representación regional en el manejo y la orientación de los propósitos y las guías que alimentan el interés de hacer de la frontera una zona de desarrollo generadora de empleo, como lo requiere y le urge a la estructura operacional y funcional de las dos naciones, que por estar pegadas y soñolientas con el petróleo y el café – una y otra – se olvidaron de los desenvolvimientos y las necesidades regionales para enmarcar políticas actuantes y promotoras de la trasformación como requiere esta zona mundial, de vitales empalmes y especial ubicación geoestratégica.
2.- Destacamos estos vacíos, porque tal conducta no puede proseguir. Menos, cuando hay – incuestionablemente- enormes diferencias en los cuadros de los partidos políticos regionales y en la representatividad de lo privado, en asociaciones y gremios, sin que se capte de manera clara y rotunda una nueva concepción de dirigencia, porque no hay entidades fortalecidas, ni sectores comprometidos en buscar y propiciar alternativas de cambio. Lo expuesto se ve en todo. ¿Cuál es el gran promotor hacia la industrialización? ¿Qué áreas se han adecuado para albergar parques industriales o maquiladoras? ¿Cuáles son las investigaciones que se adelantan en las universidades? ¿Cuáles, los programas de capacitación? ¿Hay, en cuanto a coordinación interestatal, corporaciones o núcleos especializados que preparen e impulsen los puntos de apoyo básico y de asistencia necesarios?
3.- Mientras, en verdad, no se observe un mejoramiento orientador y directivo que cobije a todos los sectores y que genere una renovación funcional y operativa, mediante la presencia y la vivencia de auténticas acciones y conductas, con voceros de gestión de cambio, estas fajas territoriales tendrán que subsistir bajo la egida del facilismo y la oportunidad ocasional, pero sin la estructura de lo posible y permanente, porque esto último solo se obtiene cuando hay un giro y una gestión constante que deduzcan lo importante y trascendente en beneficio de todos y no de un sector o grupo que se alimente de indebidos procedimientos y argucias ocasionales.
Además, quienes llegan hasta los medios y los sistemas de divulgación deben comprender que el poder de la información amerita y exige un replanteamiento integral y de fondo, en zonas de tanta variación e influjo, como las fronterizas, porque ahora se le otorga más cabida y opción a lo simplemente publicitario y promocional, que al contenido del mensaje y a la esencia de lo que se piensa y se mide constructiva y progresistamente, para valorar el presente y el futuro de manera honesta y responsable.
JOSÉ NEIRA REY
jneirarey@hotmail.com
Foto: Archivo www.contraluzcucuta.co