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CÚCUTA.- La tarde del domingo no pudo ser peor para el Cúcuta Deportivo. En pocas horas se juntaron las adversidades que dieron al traste con las ilusiones de los no más de 3000 aficionados que llegaron al General Santander.
La jornada del fútbol profesional colombiano correspondió a los clásicos. Hace años los motilones no tienen en el torneo rentado al vecino Atlético Bucaramanga para rivalizar y hacer que la fecha tenga un aditamento especial para los habitantes del oriente del país.
A falta de canarios para enjaular, los rojinegros deben conformarse con el conjunto que la Dimayor les asigne como adversario. En esta oportunidad les correspondió jugar contra Equidad, venido de Bogotá y sin aliños para que sea un derbi.
Algunos de los aspectos negativos que influyeron para la derrota (1-0), tercera en línea, pueden ser los siguientes:
1.- La mala racha de los fronterizos comenzó con la exclusión de Jorge Bolaños de la línea titular. Es el estandarte y de lejos el mejor de los once. Unos dicen que por distensión muscular, otros que por disgusto con el técnico Héctor Quintabani. Alguien tendrá la razón.
2.- El sol no apareció y en cambio llovió. A los cucuteños les cae mal el frío. Los partidos disputados en la capital del país y en Manizales los perdieron y goleados. Se esperaba calor para quemar a los aseguradores y las nubes se soltaron para aliviarles la tarde a los del altiplano.
3.- La mejor afición de Colombia se volvió perezosa y no volvió al estadio. Los graderíos aparecen desocupados. Ni siquiera la promoción del 50 por ciento para mujeres y niños despertó interés entre los hinchas. Mirar para Norte, Sur, Oriental y occidental da susto.
4.- Martín García, a los seis minutos, desperdició la oportunidad de abrir el marcador. Sesenta segundos después, Equidad aprovechó la ocasión, anotó y ganó el encuentro.
5.- Los jugadores no entienden las órdenes o son sordos. El entrenador, desde el rectángulo que tiene para dirigir, grita, orienta, alienta, llama la atención, regaña. En la cancha no hay receptividad a esas palabras y no juegan a nada. El desorden es grande.
6.- Expulsión de Héctor Quintabani. Los reclamos, en términos que no gustaron al cuarto árbitro, le valieron el envío a las tribunas al debutante técnico rojinegro. Si no lo escuchan y obedecen desde la línea, menos desde la malla.
7.- No hay líder. En la cancha no se ve al jugador que tome las riendas del equipo, que ordene, que lidere, que se muestre. La cinta de capitán no tiene peso y el que la luce no inspira respeto.
8.- Carlos Herrera, ‘Falucho’, lesionado. El mejor de la cancha, el luchador, el batallador, el buscador del gol, se lesionó. Se reventó la cabeza y dejó el partido. Caminó hasta el camerino lleno de ira, pero alentado por los aficionados que le reconocen la cuota de sacrificio.
9.- Segunda expulsión. Yesid Martínez, defensa, vio la tarjeta roja por falta violenta. Dejó al equipo con 10, perdiendo y sin posibilidades de recuperación.
10.- ‘Cebos, cebos, cebos’. La furia de los aficionados se reflejó en los gritos al término del partido. Los insultos salieron a flote y los hinchas cargaron con improperios a los jugadores. El ambiente terminó caliente.
COLETILLA. Visos de racismo. Esos gritos contra jugadores locales y visitantes, en los que se les recuerda el color de la piel o se los compara con micos no deben repetirse en el General Santander. Desdicen de los aficionados. Por mucha rabia que se tenga, por encima debe respetarse la dignidad humana. Mal ejemplo y pésima imagen la que dejan esos hombres que quieren hacerse los graciosos a punta de insultos. Actitud reprobada.
RAFAEL ANTONIO PABÓN
Fotos: ARNOLD JULIAN BONILLA
excelente fotografias, felicidades