CÚCUTA.- Es urgente que quienes administran esta ciudad, algunos por mandato ciudadano y otros por deberes constitucionales, reflexionen sobre las funciones, principalmente por aquellos que reclaman protección de los intereses colectivos. Y no los intereses de unos pocos que tienen como única vía para reclamar los derechos la toma a la fuerza de los derechos de los demás.
Ahora, los indefensos son otros, como por ejemplo los comerciantes del centro de Cúcuta que, además de todas las dificultades que afrontan, tengan que estar sometidos a las descargas emocionales de un pequeño grupo, tal vez 40, que aprovecharon las manifestaciones de la clase obrera del primero de mayo y no tuvieron reparo en manchar las fachadas de los establecimientos financieros y de comercio que pagan impuestos, para escribir mensajes que en nada contribuyen a la paz ciudadana.
Hay que recordar que las fachadas de los comercios son propiedad privada y tan importante es el derecho a la protesta como la protección de los bienes de los demás habitantes de la ciudad. Estos no pueden ser tomados por nadie, so pena de que tengan que responder por sus acciones.
Lamentable que el comercio continúe siendo el que paga los platos rotos sin que nadie responda. No olvidemos que cuando los hinchas del Cúcuta Deportivo quieren llamar la atención salen a romper los vidrios de las fachadas de los establecimientos y, por supuesto, no hay quién responda para resarcir a los comerciantes de estos daños.
Como gremio, pedimos protección para el sector y reconocemos las buenas intenciones de los directivos de los sindicatos que manifestaron su solidaridad. Tenemos certeza de que estos no tienen responsabilidad sobre estos hechos vandálicos. Entendemos, también, que estos son los riesgos que se asumen cuando se hacen estas actividades. Entonces ¿quién ‘le pone el cascabel al gato’?
FENALCO – Cúcuta, mayo de 2014