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CÚCUTA. Los cucuteños, acostumbrados a reclamar por la falta de campañas para acabar con los zancudos, recibieron un duro golpe en sus creencias. Las autoridades de salud del municipio hicieron señalamientos que los alejan de ese mito que conservaron por siempre. Los concejales locales escucharon la revelación y guardaron silencio.
“La fumigación no es la solución”. La sentencia la hizo el subsecretario de salud Leonardo Durán en el debate preparado para escuchar las incidencias del zika en Cúcuta, más cuando se tiene la experiencia de los vivido en el 2014 con el chikungunya. “Contamina el ambiente” y surte poco efecto en los vectores.
A cambio, se propuso un plan de choque para acabar con el mosquito y aliviar las penas de los habitantes en los municipios del Área Metropolitana. Para cumplir ese deseo se trazaron líneas de acción entre las que destacan el trabajo intersectorial, la consecución de recursos para atender la emergencia sanitaria y la vigilancia por parte de salud pública.
“Para destruir el zancudo debemos trabajar todos”, dijo la secretaria de salud Judith Ortega. En Cúcuta se han detectado 1700 pacientes con la enfermedad, que representan el 13,5 por ciento del total nacional. El mayor temor está con las gestantes, por las consecuencias que pueden derivar en el recién nacido.
El zika es una enfermedad febril eruptiva que se tramite de manera directa por la picadura del Aedes Aegypti. Se detectó por primera vez en Uganda, en 1948. En América apareció en el 2014, en Chile. En febrero de 2015, llegó a Brasil y se expandió por Sudamérica. En Colombia se detectó el primer caso en octubre.
En Norte de Santander comenzó a sentirse la enfermedad de manera simultánea con el resto del país. Hasta ahora se tienen reportados 2387 enfermos en el departamento. El promedio es de 2,54 casos por cada mil habitantes. A pesar de las cifras, se dijo para alivio de los pacientes que “la letalidad del zika no es tan alta, las graves son las consecuencias”.
Leonardo Durán describió al Aedes Aegypti como un mosquito de ‘estrato seis’, porque solo se reproduce en agua limpia, en ambientes caseros y rara vez se consigue en zonas abiertas. No vive donde le den los rayos del sol. Se ha hecho inmune a los insecticidas y muta para evitar los ataques destinados a eliminarlo. “Es un mosquito inteligente”.
Las hembras también tienen características especiales. Tienen, en promedio, un mes de vida; en esos 30 días de existencia ponen hasta 700 huevos en diferentes sitios; el promedio de vuelo es de 100 a 200 metros a la redonda, y trasmite los virus del dengue, chikungunya y el zika. “Un paciente puede sufrir los tres virus a la vez”. El más grave del trío es el dengue.
La manera fácil de eliminar el mosquito es el reordenamiento del medio en las viviendas. No dejar agua estancada, limpiar los tanques y deshacerse de los elementos que almacenan agua sin algún beneficio.
Las mujeres son más vulnerables a ser infectadas por permanecer la mayor parte del día en casa. Por edades, la población con mayor posibilidad de contraer la enfermedad es la menor de 15 años. Hasta ayer, no se había reportado ningún caso de zika en embarazadas y se desmintió el nacimiento de un niño con alguna enfermedad como consecuencia del mal.
Después de escuchar el informe oficial acerca del zika los concejales expresaron preocupación:
1.- Jaime Ricardo Marthey. “Me dejan pensando las cifras que se exponen. La ciudad era pionera en chikungunya y ahora en zika. La gente necesita saber cómo se puede ayudar o cuál es el apoyo que se le debe brindar desde la corporación a la Secretaría para salir de estas listas negras para que la ciudad vea respuestas, y no ser Cúcuta más estigmatizada por cosas malas”.
2.- Nelly Santafé. “Lo importante es saber qué es lo que necesitan en cuanto apoyo y herramientas. Es importante aplicar el programa de vectores durante el año y no en tres meses. El llamado es para que la Secretaría preste atención a los programas que maneja y recordar que el municipio es endémico”.
3.- Bachir Mirep Corona. “Se evidencia que no existe una política o un programa permanente que ataque y establezca un plan de choque para evitar que se expanda la epidemia. Independientemente de esto, aparece una serie de inconsistencias y poca organización”.
RAFAEL ANTONIO PABÓN
Apoyo de PRENSA DEL CONCEJO
Foto: www.contraluzcucuta.co
Pues a finales de los 50,comienzos de los 60 había un programa antimalaria y fiebre amarilla,recuerdo que iban a las casas a fumigar con alguna periodicidad y había un carton amarillo donde se llevaba el registro.Fueron años de baja incidencia en la ciudad de enfermedades que compartían ese vector. El conflicto con la guerrilla y el mal uso de los recursos en salud acabaron con ese programa.Se pueden tener todos los médicos dispuestos en los servicios de urgencias listos,pero si no se hace control del vector a nivel individual y público,si no se educa a la gente sobre prevención de exposición al mosquito en lo posible ,la enfermedad continuará presentándose en forma epidémica o en brotes aislados. Oscar Peña