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CÚCUTA.- Cada día el Zika enciende nuevas alarmas de alto riesgo para los nortesantandereanos. Al constante aumento de pacientes picados por el Aedes Aegypti se suman la carencia de recursos para eliminarlo y la falta de dinero para encararlo. El último llamado de atención es que “no existe una vacuna para combatir el Zika”. Lo dijo en Cúcuta el viceministro de salud Fernando Ruiz Gómez.
La categórica afirmación venida de la máxima autoridad sanitaria en el país, se agrega a la advertencia que días atrás hiciera el subsecretario de salud municipal Leonardo Durán: “La fumigación no es la solución”. Los efectos de los insecticidas son de corta duración.
Científicos colombianos trabajan para el desarrollo de la vacuna que contrarreste los efectos del veneno trasmitido por el mosquito. Sin embargo, no será en poco tiempo que se tenga ese antídoto. “La investigación puede llevar 3, 5 o hasta 10 años”, dijo el viceministro y se lamentó porque “no vamos a tener pronto la disponibilidad de una vacuna para el caso del zika”.
Las comunidades se sienten tranquilas cuando se adelantan jornadas de fumigación, aunque es algo que no genera el beneficio que la gente espera. “La fumigación es de corta duración. Los mosquitos generan resistencia a los insecticidas. Hay una falsa sensación de protección”, afirmó Ruiz Gómez.
Ante esta situación se pidió fumigar los espacios donde hay aglomeración de personas, entre los que destacan colegios, escuelas, cárceles, centros de salud, guarniciones militares y universidades.
A la falta del remedio salido de los laboratorios, la recomendación inmediata para prevenir el contagio es el uso de repelentes, que deben aplicarse cada dos o tres horas para protegerse de la picadura de zancudos.
Las acciones de inmediato cumplimiento están dirigidas a que cada municipio y departamento tenga un plan de contingencia contra el Zika. En esos programas debe contemplarse la comunicación con las comunidades como arma para prevenir y combatir la enfermedad. “Hay que enseñar a trabajar a las comunidades”, indicó el viceministro.
La prevención debe estar dirigida a la contención de los vectores, que depende de cada familia, cada comunidad y cada secretaría de Salud. “Los servicios de Salud deben entregar mensajes adecuados para que la comunidad pueda tener la información suficiente para cuidarse y tomar decisiones”.
Otro inconveniente que surge en esta zona del país es la incomunicación que existe con las autoridades sanitarias de Venezuela. El cierre de la frontera, ordenado en agosto desde Caracas, genera preocupación al Gobierno, porque no se tiene reporte de la enfermedad. “Estamos a ciegas, en términos de alto riesgo”.
El viceministro señaló que los mosquitos no respetan las barricadas instaladas en los puentes internacionales. “Se ríen de nosotros, de lo que decimos, y pasan por el río con la mayor facilidad. No hay fronteras para los mosquitos”. Si no hay acciones compartidas, los habitantes a uno y otro lado del río Táchira van a sufrir mutuamente las consecuencias.
La parte alentadora de la disertación del viceministro Ruiz Gómez está relacionada con el anuncio de recursos económicos. Sin embargo, reiteró que deben justificarse las inversiones. “Plata para qué”, es la explicación que deben entregar las autoridades de Salud departamental y decir para qué necesitan el dinero.
A las mujeres les pidió que consideren la posibilidad de posponer el embarazo hasta julio. La recomendación se da porque hay un riesgo de microcefalia del bebé. Indicó que hay una asociación estadística entre la presencia del zika y la microencefalia. “No se ha elaborado un estudio que determine que el Zika causa microencefalia o Guillain Barre”.
A las embarazadas que viven en municipios de más de 2200 metros de altura, les solicitó no viajar a pueblos de clima caliente. Y a las que viven por debajo de los 2200 metros, que se protejan.
El último boletín epidemiológico del Instituto Nacional de Salud da cuenta de que en el país hay 20.297 casos. El Ministerio de Salud le hace seguimiento a 2116 gestantes y 265 recién nacidos, de los cuales 164 están sanos, aunque se les debe hacer seguimiento. Además, se reportan 80 casos de Guillain-Barre,
En Norte de Santander, se han detectado 4085 casos de zika, y se hace seguimiento a 786 gestantes. En Cúcuta 3800 casos y 628 gestantes.
RAFAEL ANTONIO PABÓN
Foto: www.contraluzcucuta.c
