1.- Ante el reinicio de nuevos acercamientos entre Colombia y Venezuela, que ojalá conduzcan a los anhelados entendimientos y progresos que tanto se esperan hace muchos años, como lo revela el sinnúmero de documentos suscritos por presidentes, cancilleres, ministros, gobernadores y voceros de diferentes actividades, los habitantes de frontera, que son los portaestandartes y defensores del espíritu integracionista y progresista que dio origen y vigencia al Congreso Constituyente de 1821 y a la Constitución de la Gran Colombia, vivamente ansían que estas fajas territoriales comiencen a salir de la marginalidad y a recibir el tratamiento que merecen y que sus opciones y perspectivas determinan.
Seguir estimando que el futuro de la frontera depende totalmente de los centros nacionales y de indagar todos los días “¿a cómo amaneció el bolívar? Y ¿hay congestión en los puentes internacionales, donde no hay auxiliares de Tránsito, ni se cumple un ejercicio regulador del intercambio doméstico interfronterizo, ni existe un adecuado servicio y manejo en lo alusivo al movimiento de los vehículos que trasportan las mercancías y los productos de importación y exportación, así como un moderno y ágil servicio de asistencia general e informativa, que dinamice la operatividad aduanera y el trato grato y amable? sería continuar bajo la indolencia y el abandono y sin estimular empeños y labores de mayor compromiso y trascendencia, ante las necesidades crecientes de generar empleos y establecer trascendentes vínculos con mayor alcance y contenido.
2.- Si esto es lo apenas elemental, no podemos permitir que prosiga en suspenso la falta de unión y auténtica gestión en equipo, que deben cumplir las entidades oficiales para facilitar las soluciones que son indispensables en distintos campos y en las actividades que impulsarán el desarrollo en la modernización de la vialidad y el establecimiento de trasformadoras políticas de Estado, que proyecten a estas fajas territoriales en gestiones nacionales, binacionales e internacionales, como lo precisan las ventajas comparativas y los recursos naturales que no han sido utilizados para encarar los retos de la competitividad en todos los órdenes, como en el aprovechamiento compartido y conjunto de opciones y prerrogativas, que dinamizarían y proyectarían a estas regiones y a sus respectivos países, dentro de un gran contexto, porque serían productoras de empleo, ahorro, innovación y emprendimientos.
3.- Tampoco, debe haber demoras en la solución de los problemas, para el debido suministro de agua potable, para los municipios interfronterizos y de fuentes y proyectos que tengan origen en Colombia o Venezuela. Situación que debe tenerse en cuenta para los servicios de financiación y suministro de energía eléctrica, solar, eólica o gas, así como de la tecnología telefónica y de servicios para internet, sin descuidar lo inherente a las asistencias especializadas y a los incentivos y estímulos que deben recibir quienes se establezcan con iniciativas visionarias y de largo alcance, generadoras de empleo y progreso, así como las universidades y los centros docentes ubicados en nuestra zona para fomentar el estudio y la investigación, innovación y capacitación, en una gestión integral, que induzca y comprometa a todo habitante fronterizo y desde los primeros años, en la defensa de la identidad, espíritu de pertenencia y proyección del ambiente y características que lo definen y determinan.
Además, evaluar y definir lo mejor y más procedente para mejorar los servicios terrestres y aéreos de pasajeros y de carga, así como la dotación y adecuación de ejemplarizantes mecanismos de comercio exterior y auténticos servicios y sistemas de bodegaje y protección de mercaderías, en las áreas que para el efecto se destinen, para ampliar y mejorar los movimientos de cargue y descargue tanto en lo nacional, como para los exigentes compromisos internacionales.
Todo lo anterior, siempre, otorgando una real presencia y participación a la representación fronteriza, para activar resultados y propiciar el nacimiento y crecimiento de una nueva frontera y, definitivamente, superar las teorías y las prácticas que conducen al caos.
JOSÉ NEIRA REY
Notas al margen