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CÚCUTA.- El estudiante de séptimo semestre de Diseño Industrial Jorge Quiñones (nombre puesto por la madre en honor al actor Arturo Peniche y el papel en una novela mexicana) es el guitarrista de Remache de Bandas, grupo nortesantandereana que ha impulsado el rock motilón como género musical emancipador en la industria comercial colombiana (que lideran las casas disqueras en el país). ‘Lole’ como es conocido desde el seno familiar encontró su proyecto de vida en un parche de amigos.
Nació el 7 de marzo de 1990, y ha representado a la figura paterna en la familia. Creció rodeado de mujeres que no dilapidaban oportunidad para demostrarle afecto. En la infancia se dedicó a cumplir cada capricho a buen término y se convirtió en una persona afectiva en el entorno.
Desde niño se inclinó por los gustos musicales y el diseño gráfico. Incursionó, poco a poco, en el desarrollo del talento, hizo parte de grupos de diseñadores (en plena adolescencia) y trabajó arduamente en su deseo de tener su agrupación. Siempre ha soñado con que las minorías y las desigualdades sociales rompan barreras para que estos sueños de niños puedan hacerse realidad.
Jorge expone sus ideas liberales y contemporáneas, exclusivas de la banda, en la que hace parte de la columna vertebral – propia de esta tierra donde predomina el prototipo de la mujer guasimaleña -. Género conocido como el rock motilón.
Este nuevo género, naciente en la tierra del café, inicióel 11 de diciembre del 2011 cuando los cuatro integrantes formaban parte de agrupaciones y unieron canciones para que trascendiera lo que es hoy este género, que cuenta con tres álbumes publicados y varias giras nacionales e internacionales.
De piel morena, barba pronunciada, ojos de color cafés, 1.70 metros de estatura, es uno de los proyectos musicales con mayor perspectiva en la industria musical nortesantandereana. Motivo que lo ha llevado a dividir el tiempo con la música, los estudios universitarios y de vez en cuando una salida a rumbear con los amigos. Luce camisetas representativas de la cultura mexicana -de lucha libre- y zapatillas todo terreno. Se dispone a llevar este género a todos los rincones del departamento.
Remache de Bandas, en especial ‘Lole’, se han caracterizado por la peculiar manera de tocar. Cada uno luce accesorios diferentes en la tarima, como parte de la parafernalia del grupo. Jorge usa una máscara de lucha libre (que lo resguarda del reconocimiento social). Los compañeros llevan un casco de vikingo escocés y gafas gigantes, elementos que los hacen visibles ante el público.
El reconocimiento local lo ha llevado a convertirse en poco fotogénico y le causa bochorno el que lo observen mientras libera todas las energías en el escenario. Creó este amuleto en compañía de los amigos con el miedo que tuvo, un pánico escénico alimentado desde la infancia.
Jorge se autocalifica como miedoso, lo que lo ha llevado a entender cómo la humanidad. Se empeña en crear arquetipos en la sociedad que encasillan a personas ciegas, que no ven más allá de los ojos. En uno de los primeros viajes se llevó la sorpresa de lo pequeño que es la materia dentro de un universo amplio en culturas y lo motivó a articular cada vivencia aprendida.
Ha efectuado expediciones por Colombia, que le han permitido implantar cada aprendizaje de los viajes en las composiciones. Las letras de sus canciones son una especie de multiculturalidad musical, que articula lo adquirido en conocimiento mediante las composiciones adheridas a la sociedad.
Un viajero impulsivo que quiere disponer del tiempo necesario para conocer las culturas latinoamericanas, un objetivo trazado por Jorge y con el que plantea sacar el género a otra galaxia, lo que le posibilitará trascender en su manera de escribir y su manera de interpretar cada melodía.
Esta insignia de Remache de Bandas comprende que la única vía en la que el alma del ser humano no muere, es viajar y aprender de cada inconveniente que se le presente. ”El viajar y estar lejos de mis seres queridos me ha enseñado a interpretar cómo la estamos cagando como familia, amigos, vecinos, y he aprendido a valorar cada enseñanza que me deja el camino que recorro desde pequeño, sin la compañía de un padre”.
Eso que lo llevo a pensar en que el único método de trascender en una sociedad que poco valora estos procesos es dejar una huella imborrable para la memoria colectiva de la comunidad. Y a esto le apuesta con cada canción, evento, producción audiovisual y fotografía que lleva a cabo. Construir bases sólidas en la cultura musical nortesantandereana, ajena a la esfera pública en que se mueve la industria musical.
Conocido por el espíritu artístico, dispone de espacios para dignificar la labor de quienes no son propias del círculo. Jorge plantea que cada instante en el que pueda agregar su ‘grano de arena’ a la construcción de un nuevo fenómeno social de arte sea materializado en las diversas maneras de observar el desarrollo de una sociedad que no se apropia de los aspectos característicos de la región.
Declarado en disidencia desde su razonamiento como individuo perteneciente a un estado de derecho. Este cucuteño nacido en el Hospital Universitario Erasmo Meoz, un tradicional miércoles del inicio de una década violenta para la historia nacional, se fragua un hogar estable al lado de sus hermanas y de alguna mujer que se identifique como el prototipo de la mujer Guasimaleña.
ANDERSON SALINAS
Estudiante de Comunicación Social
Universidad de Pamplona
Campus de Villa del Rosario
Foto: Especial para www.contraluzccuta.co
