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GRAMALOTE.- Un llamado a la unión, a trabajar juntos y a permanecer en unidad hizo monseñor Julio César Vidal Ortiz a los gramaloteros, en la mañana del 27 de noviembre, al bendecir el templo parroquial de La Palestina.
Les dijo que si Dios permitió que el 17 de diciembre del 2010 ocurriera la tragedia es porque así lo quería para engrandecer le pueblo y reiteró que la preocupación de la Iglesia por los habitantes no es de ahora sino desde la creación, hace 155 años.
“Este acontecimiento me ha permitido conocer la grandeza de los gramaloteros, que no se han amilanado y sueñan con un pueblo donde los niños puedan jugar, las señoras tener su hogar y los señores tener una familia”, dijo el prelado en la homilía.
En la eucaristía, a la que asistieron decenas de oriundos de la localidad, más de 80 niños y jóvenes recibieron el sacramento de la confirmación. Después del acto religioso se prendió la fiesta con torta, refrescos y almuerzo.
En la quinta visita, en los dos últimos años, el Obispo se preguntó “¿qué será del Nuevo Gramalote?” y se respondió “será lo que ustedes quieran”. Reconoció que han sido inevitables los encontronazos por el lugar donde se levantará el municipio, aunque dijo que no son de extrañar las posiciones divergentes, porque esa es la condición humana.
“Hoy tienen que mostrar la unidad. No más divisiones. No importa donde sea (trasladado el casco urbano). Lo que importa es que hagan un pueblo donde los ancianos mueran en paz”.
Los llamó a unirse y a mostrar la grandeza del corazón, porque “esta es una comunidad rica en fe. No sean inferiores a lo que la historia les pide”. Los instó a cesar la confrontación por Miraflores o Pomarroso y les aseguró que “cuando todos nos unimos y jalonamos para el mismo sentido la fuerza se potencia”.
Monseñor Vidal Ortiz les recordó que así como han creado una historia de siglo y medio, ahora deben ser capaces de “crear una historia más rica por los años que el Señor les quiera dar”.
