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Cúcuta y Norte de Santander poseen una economía comercial basada en industrias. Entre los sectores sobresalientes destacan el agrícola, el pecuario y el minero. El carbón es el principal producto de extracción. La zona es rica en el mineral y esto ha propiciado el auge del sector. La industria carbonífera genera grandes ganancias para propietarios, por lo que es necesaria una retribución al departamento y acciones encaminadas en proyectos ambientales y de desarrollo.
Norte de Santander cuenta con los distritos mineros de Cúcuta, San Cayetano, Santiago, El Zulia y San Faustino, entre otros, que permiten el apogeo de la economía y aportan regalías. Son fuente de financiación para el desarrollo territorial, de compensaciones e impuestos por la explotación de los recursos naturales.
El aprovechamiento de recursos no renovables, como el carbón, genera deterioro ambiental. Las acciones de Corponor buscan reducir el impacto ecológico mediante un proyecto de reforestación. Por cada árbol talado en beneficio del sector carbonífero, se deben plantar hectáreas de árboles, a partir de estudios mesurados ejecutados por los ingenieros de la Corporación. Junto con esta entidad y el acompañamiento del Grupo de Carabineros se ejecutan programas de educación ambiental dirigidos a la comunidad.
Sumada a la compensación ambiental, en manos de la Corporación, está la indemnización económica que son pagos que efectúan las minas para asegurar el funcionamiento de las acciones reparadoras.
La explotación de un recurso natural no renovable causará, a favor del Estado, una contraprestación económica a título de regalía, dinero que será invertido en proyectos prioritarios del plan de desarrollo, salud, educación, agua potable y alcantarillado, y saneamiento ambiental.
Los ministerios de Hacienda y de Minas y Energía, y el Departamento Nacional de Planeación esperan que las regalías totales para 2012-2020 en el departamento sean de $ 3,2 a $ 4,0 billones por lo que se entablarán proyectos ambiciosos en la Secretaría de Planeación de Cúcuta. Los recursos, si bien no son destinados a planes de desarrollo, ponen en marcha el Plan de Desempeño que permite liquidar deudas.
Otro fruto de la minería de carbón se refleja en el programa de gestión social en el área perimetral. Los pobladores de las cercanías deben ser contratados por las empresas; las escuelas rurales y las juntas de acción comunal son enriquecidas con capacitaciones en educación ambiental, jornadas que se efectúan con acompañamiento de los vigilantes del medio ambiente.
Si bien se debe clarificar el impacto que produce la minería de carbón en la naturaleza, debe rescatarse el esfuerzo que se hace para resarcirlo. En otras áreas del país se cuenta con planes para el mejoramiento y mantenimiento de caminos, la extensión de la red de energía, la modernización de los servicios de comunicaciones, los aportes a instituciones comunitarias, la generación y financiamiento de proyectos productivos comunitarios, entre otros.
Hay estrategias y normas de la Secretaría de Minas y Energía para contrarrestar la minería ilegal y proteger los recursos naturales. Las licencias de explotación minera son para cumplirlas y no para manipularlas como lo hacen algunos funcionarios para favorecer a las empresas ilícitas.
La Gobernación de Norte de Santander y el Ministerio de Minas y Energía capacitan a los mineros mediante talleres y ofrecen asesorías sobre la Ley 685 del 15 de agosto de 2001. También, forman a los operarios en el desarrollo del proceso minero para mejorar los desafíos en la producción hacia la rentabilidad. Aparte de esto, las minas de amplios ingresos económicos tienen fundaciones que ayudan y protegen.
MARCELA RAMÍREZ – OSCAR SANTAMARÍA – ERINSON QUINTERO
Estudiantes de Comunicación Social
Universidad de Pamplona
Campus de Villa del Rosario
