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CÚCUTA.- Cuando el Presidente Santos dijo “si hay algo que me desvela es Gramalote”, y, según sus palabras, la directora del Fondo de Adaptación de ese entonces Cecilia Álvarez, le advirtió que podía dormir tranquilo, como si se tratara de una frase irónica que no entendió, al poco tiempo se les dio la noticia a los gramaloteros que el pueblo no sería construido en el sitio donde se les había dicho y que lo hecho por la Ministra de Medio Ambiente, Vivienda y Desarrollo, por Servivienda y por Ingeominas quedaba en el limbo y se iniciarían de nuevo los estudios.
Las lágrimas de felicidad, vertidas ese 25 de septiembre de 2011 en el teatro Zulima cuando fueron informados por la Ministra de que una vez concluidos los estudios se había tomado la resolución de construir Gramalote en el sitio Pomarroso, se han convertido en lágrimas de amargura, desconcierto e indignación. Desde ese entonces la expresión dormir tranquilos cambió de significado entre los damnificados y las promesas y las frases halagadoras son motivo de desconfianza.
Hoy, resuenan en los oídos las palabras del primer mandatario pronunciadas en diferentes oportunidades: “Vamos a reconstruir a Gramalote. Va a ser el mejor pueblo de Colombia”. “Créanme que Gramalote va a quedar mejor que antes”. “Pueden estar tranquilos, porque el Gobierno va a estar pendiente de lo que está aquí sucediendo”. “Vamos a escoger a Gramalote como ejemplo de lo que vamos a hacer con este país, después de esta tragedia”.
Después de esa noticia, el Fondo de Adaptación les ofreció casa en otros sitios del país. Pero repuestos del anterior golpe los gramaloteros entendieron que se trataba de practicarle la eutanasia al municipio y no aceptaron la propuesta. ¡La tragedia acabó con todo, pero no con la dignidad de la gente de Gramalote! Dignidad que nos ha hecho falta a dirigentes cívicos y políticos para apoyarlos y poner fin a la humillación que no es solo para ellos sino para Norte de Santander, porque Gramalote es un municipio nuestro que han querido borrar del mapa para evitar una inversión que hace parte de los $ 16 billones asignados para la reconstrucción de lo destruido por la oleada invernal del 2010. Y porque lo que sucede con Gramalote sucede con las carreteras y demás obras del departamento.
Después de 13 meses y 7 días de haber echado para atrás todo lo hecho por el Ministerio de Medio Ambiente, Vivienda y Desarrollo, el Fondo de Adaptación citó para dar otra vez la noticia del sitio donde quedará el nuevo Gramalote. En esta oportunidad no se espera dicha noticia con entusiasmo alguno y sí con mucha desconfianza. Y no es para menos. Si no fue cierto lo dicho y hecho por el Ministerio y si los hechos van en contravía de lo dicho por el Presidente ¿a quién se le puede creer?
Tal vez recobremos un poco la tranquilidad si se resuelven los siguientes interrogantes:
1.- ¿Por qué el Fondo de Adaptación desautoriza al Ministerio de Medio Ambiente, Vivienda y Desarrollo que por boca de la Ministra Doctora Beatriz Uribe dijo, el 25 de septiembre de 2011 en el teatro Zulima: “luego de rigurosos estudios geológicos y geomorfológicos y de los resultados del diagnóstico desarrollado por Servivienda, la Comisión Intersectorial definió al sector Pomarroso, en la vereda Valderrama, como sitio definitivo para reasentar el nuevo casco urbano de Gramalote”?
2- ¿Qué papel tuvo Servivienda y por qué también se descartan sus conclusiones?
3- ¿Es cierto que los estudios costaron más de $ 4000 millones o cuanto costaron?
4- ¿Por qué se desconocen los resultados de Ingeominas y por qué se contrata ahora con la Sociedad Colombiana de Geotecnia?
Desde luego que entendemos que hay interés en que a Norte de Santander se le dé lo menos posible y eso se desprende de las declaraciones de la exgerenta del Fondo de Adaptación, a los diferentes medios de comunicación, en las que dijo que el presupuesto para Norte de Santander era pequeño y no se podía entregarlo todo a Gramalote. Eso es lo que nos parece injusto y contra eso es que seguiremos luchando.
RODOLFO MORA MORA
Presidente de Fenalco, seccional Norte de Santander
