CÚCUTA.- En el barrio San Luis, un lugar tradicional de Cúcuta, nació el 27 de julio de 1974 Víctor Fidel Suárez Vergel. Desde la universidad se ligó al Partido Conservador Colombiano, es asesor de la administración municipal en temas financieros. Cuida de su imagen como de su familia.
En 1997, rechazó la propuesta del ministro de educación Francisco José Lloreda para especializarse en España. Su hijo tenía un año y era casi imposible irse del país con tal responsabilidad. Hoy, el unigénito tiene 17 años, cursa grado 11 en el Gimnasio Domingo Savio y está pronto a graduarse. No quiere verse envuelto en política.
Gratiniano Suárez, su padre, oriundo de Málaga (Santander), se dedicó al comercio independiente. En esa época trasportaba víveres de Venezuela. Su progenitora Rosalba Vergel, nacida en Convención (Norte de Santander), se dedicó con amor al hogar. “Siempre estuvo vinculado a la política, nunca como aspirante, sino que era de esos caciques viejos conservadores que apoyaban a los candidatos y ayudaban con los sancochos”, dijo Víctor de su papá, quien sembró en su corazón el don del servicio.
Los profesores de la escuela Club de Leones, hoy Institución Educativa Colegio Club de Leones, le decían que era activo y que podría llegar a ser buen político. Ganó el premio municipal como mejor estudiante y en el concurso departamental de Lengua Española Don Quijote de la Mancha ocupó el tercer lugar.
Los estudios secundarios los cursó en el colegio General Santander. Eran 45 minutos diarios en bus, vía Boconó (Villa del Rosario). Para esa temporada era el mejor de la región. Perteneció a la banda de paz y llegó a ser el corneta mayor. Ocupó el tercer puesto en las pruebas Icfes en el colegio y 16 en Cúcuta, en 1992.
Se presentó para estudiar Contaduría Pública en la Universidad Francisco de Paula Santander, pero no pasó. Esperó un mes y se dio algo que aún existe, la ampliación de cobertura, o sea la palanca. Gerardo Mendoza, jefe de admisiones y amigo de su padre, ayudó para el ingreso.
A la muerte de su padre pensó en retirarse de la universidad, pero recibió apoyo moral de un primo que le consiguió trabajo como control de busetas de Transguasimales; luego, auxiliar de rutas y después, jefe. Salía a trabajar a las 4:00 de la mañana y terminaba a las 8:00 de la noche, viernes, sábados y domingos. Así costeaba los gastos de la semana.
Se vinculó al Movimiento Estudiantil de la UFPS, como representante de la facultad de ciencias empresariales, en el 2000; después fue presidente del Consejo Superior Estudiantil. Esos méritos le alcanzaron para ser representante en el Consejo Superior Universitario y ha sido el único nortesantandereano delegado de los universitarios de Colombia ante el Ministerio de Educación y el Consejo Nacional de Educación Superior (Cesu).
Víctor Suárez salió de San Luis al casarse. Vivió en Loma de Bolívar, en la casa de los suegros, “como todo buen yerno”. Cuando terminaba materias en la universidad aspiró al Concejo de Cúcuta con un proyecto político liderado por estudiantes. Obtuvo 1974 votos y perdió la curul por 20. A los seis meses, obtuvo el título de Contador Público.
El alcalde de la época, hoy senador de la república, Manuel Guillermo Mora, le dio oportunidad de trabajar como profesional universitario en provisionalidad en el Departamento Administrativo de Bienestar Social. Renunció para volver a aspirar al Concejo. Salió electo en la administración de Ramiro Suárez. Desde entonces ha sido reelecto en tres ocasiones. Los concejales Julio Vélez Trillos, William Villamizar, Edgar Díaz y Juan Carlos García lo orientaron en la corporación. Se especializó en Presupuesto.
Luego vivió en Prados Norte y ahora, en Parques Residenciales. Agradece a Dios por permitirle tener algunas comodidades que le ofrecen estabilidad y equilibrio familiar. No se metió a la política para llenarse de plata, ni para ser multimillonario. Quiso, y participa en esta actividad, para servirle a la gente.
En los discursos acostumbra a preguntar “¿Ustedes saben cuánto gana un concejal?”. Y responde, “Yo gano diez veces más que alguien que recibe el mínimo por sus servicios. Entonces, se supone que debo trabajar diez veces por esta cuidad de lo que trabajan las personas por su salario minino”.
Se ha desempeñado en comercio exterior junto a los hermanos (comercialización internacional). Exportaba para Venezuela hasta el momento de caerse el negocio. La empresa sigue ahí a la espera de otra oportunidad.
Le gusta ver televisión en los tiempos libres y por disciplina dedica el domingo al hogar, descansar, salir a almorzar, ir al cine. Jugar dominó lo apasiona. “La política es el arte de servirle a la gente, sin esperar nada a cambio. Bienaventurado aquel que da sin esperar, pero que reconoce cuando también le dan. Mi reconocimiento es el voto de la gente”.
En campañas, más que frases utiliza un discurso: “La política son dos manos. Una es esta (Yo) y la otra (Ustedes), la comunidad. Al trabajar en unión se ven los resultados, pero si una de las dos falla no se hace nada”. Así motiva a los electores para que le den el voto y después exijan porque tienen derecho.
Ha trabajado para pavimentar más de mil calles en Cúcuta, ha colaborado con instituciones educativas, ha gestionado proyectos de envergadura y ha controvertido en el Concejo. Le encanta visitar la zona rural cucuteña y cuando tiene la oportunidad viaja a Agua Clara, La Esperanza, Guaramito y Puerto Villamizar.
Tiene décimo semestre de administración de empresas en la Universidad Francisco de Paula Santander, es especialista en gestión pública de la Esap y se especializa en gestión de empresas en la Udes. La preparación académica tiene un objetivo, ser candidato a la Alcaldía de Cúcuta para el próximo período.
Es el único de los 17 concejales suspendido por el proyecto del Parque Bavaria. Ese tropezón desdibujó su camino. Estuvo sancionado nueve meses y espera que el Estado, algún día, reconozca que se equivocó y si no lo hace su ética y principios le dan fuerzas de pelear porque cree en su inocencia.
YUSMARI CASTRO
IVÁN OVALLOS
Estudiantes de Comunicación Social
Universidad de Pamplona
Campus de Villa del Rosario