Por estos días está reunida en la capital de la república la comisión concentrada del Puro Centro Democrático, a la cabeza del líder e ideólogo natural el expresidente Álvaro Uribe Vélez, quien visitó, el fin de semana, a Norte de Santander y se reunió con gobernantes municipales, entre ellos el alcalde de Villa del Rosario, Carlos Socha, y la exalcaldesa de Cúcuta, María Eugenia Riascos.
Luego de la cumbre del PCD, que busca definir políticas con el objetivo de identificar un fuerte candidato para las elecciones presidenciales del 2014, se extenderán sus vinculados por varias regiones del país en busca de censar y obtener resultados sobre la percepción de si es Oscar Iván Zuluaga o Francisco Santos el contrincante del presidente Juan Manuel Santos, en caso de aspirar a la reelección.
Algo que sí está claro es que la oposición radical de Uribe al Gobierno busca soltar en la arena política a un ‘gallo’ de no mucho conocimiento, pero sí de mucha bulla. Por razones propias y de prevención, para Álvaro Uribe está claro que el candidato debe ser Oscar Iván Zuluaga, pero Zuluaga no suena mucho a la hora de generar división y confrontación sin precedentes en la historia política del país, objetivo del expresidente.
¿Cómo queda Colombia?
Es el interrogante que habría por dilucidar a partir de que en un país denominado democrático sólo exista un apellido posible para gobernar a casi 50 millones de habitantes, hecho que no va a presentar ninguna señal de democracia. Ahora, este país está acostumbrado a llevar al máximo poder a los hijos de apellidos tradicionales, y eso está claro. Quizás los más recientes que rompieron esos estándares fue Gaviria.
No es segura la postulación de Juan Manuel Santos a la reelección, quien en diversos espacios privados ha dicho que si “consigue la paz, no se hará reelegir”, pero con el estado actual del proceso de paz lo más posible es que lo encontremos en el tarjetón presidencial del 2014.
DEMOCRACIA: ‘Forma de gobierno en la que el poder político es ejercido por los ciudadanos’. Es la definición de la Real Academia Española. En Colombia, ese poder político, hace tiempo, la gran mayoría de ciudadanos lo dejó en manos de pocos. El ejemplo serán los próximos comicios.