CÚCUTA.- Un titilar rojo alumbra la autopista que lleva a Villa del Rosario. Cientos de hombres y mujeres adornan la vía con los vehículos de dos ruedas. Cuatro de los ocho días de la semana es frecuente verlos en la práctica de este deporte convertido en cultura para muchos cucuteños.
Las gotas de sudor bajan por las mejillas. El agite del ejercicio y el ansia por permanecer en el grupo claman por un trago de agua. A la vista Juan Frío, primera y única parada. Las bolsas de agua rotan de mano en mano. Jessica Quintero hace parte del grupo, es adicta al deporte. El verse bien es la razón que la motiva a salir por las noches a recorrer la ciudad. En año y medio ha llegado a lugares que solo sus piernas y un par de ruedas la han podido llevar.
Hace más dos años, Edwin Botía inició las rodadas en plan de diversión deportiva y lo que comenzó como entretenimiento se ha convertido en una cultura. Cada día, más cucuteños se unen al grupo.
Dueños de almacenes de venta de bicicletas y de implementos para practicar el ciclismo ofrecen agua y bocadillo a los deportistas que emprenden las rutas cada noche. Policías, mecánicos y un ‘carro escoba’ acompañan la caravana. Más de mil ciclistas se vinculan en una noche.
“Las rodadas están de moda”, dijo Jessica. En Cúcuta se ha incrementado el número de ciclistas por recreación y deporte, pero no como medio de trasporte. Rutas diferentes son el atractivo que no deja desistir a quienes practican esta actividad, el peaje, La Garita, Villa del Rosario, Juan Frío, Patillales y El Zulia, son los distintos lugares que frecuentan.
Entre 800 y 1000 ciclistas se reúnen para partir de un mismo lugar, pero no todos culminan la ruta. Después de la parada para el descanso, que dura 15 minutos, se dispersan. Solo unos cuanto llegan a la meta, luego de recorrer los 15 kilómetros de ida y vuelta. Aquellos que llevan meses y años en la práctica de las rodadas cubren los 30 kilómetros o más.
Los domingos, se reúnen para chequeos ciclísticos, para medir el nivel de resistencia. Al año, se organizan competencias para saber quién es el mejor, cobran inscripción y obsequian camisetas de los participantes.
El clima no siempre es favorable para salir a andar. El medio que usan para comunicarse es Facebook, y publican el punto de partida y las actividades que se harán en la semana o si se cancela alguna rodada.
Un pacto por la vida, será la actividad de fin de año para dar cierre a las rutas ciclísticas. “A las 5:00 de la mañana estaré listo”, dijo Carlos Julián. Esa será la oportunidad para reunir a más de 1500 hombres y mujeres, de cualquier edad, para que compartan la misma pasión por andar en dos ruedas.
Deporte, recreación, distracción, salud y pasión son los factores que satisfacen a los que practican las rodadas nocturnas por las diferentes vías de Cúcuta. Esta actividad crea una nueva cultura que une a cientos de niños, jóvenes y adultos en un solo lugar y con mismo objetivo.
No hay restricción de edad, raza y sexo. Todos son bienvenidos a recorrer la ciudad sobre la bicicleta y ser partícipe de una experiencia saludable para el cuerpo y que beneficia el ambiente.
LOREINI AVENDAÑO – ARLOK MENDOZA
Estudiantes de Comunicación Social
Universidad de Pamplona
Campus de Villa del Rosario
Foto: Especial para www.contraluzcucuta.co