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EDUCACIÓN. Cartones de huevo para moldear las matemáticas

CÚCUTA.- Quién lo creyera, los cartones de huevo, esos que en las tiendas pueden costar poco dinero, sirven para enseñar matemáticas. Desde la simplicidad de la suma y la resta, hasta la complejidad del cálculo pueden aprenderse con el manejo de estos elementos. El aprendizaje tiene visos de juego, pero es en realidad la aplicación de la ciencia.

El creador de esta técnica didáctica es el matemático Ciro Alonso Melo Romero, docente de la básica secundaria en el colegio Misael Pastrana Borrero, de Cúcuta. Nació en Ocaña, en 1950, es hijo de Cristóbal Melo e Isabel Cecilia Romero. La familia cree que son parientes de quienes encontraron la Virgen de Torcoroma.

La pobreza lo llevó a ser maestro. La falta de recursos  económicos en el hogar no le permitió estudiar en colegio privado y se matriculó en el oficial. Bachiller en 1968 y graduado como matemático en la seccional de la UFPS. Oscar Rodríguez, Erasmo Santiago y Obedacid Carrascal están en la lista de los que lo iniciaron en los números, porque lo suyo debía ser la química. Es especialista en matemáticas de la Universidad Pamplona.

El laboratorio en el que trabaja no es más que un salón amplio en el que abundan los cartones pintados con los colores de las banderas de Colombia, Norte de Santander y el plantel. Los muchachos, en procura de obtener una calificación buena en la asignatura, llevan los cartones decorados. La finalidad es tener material suficiente para permitirles a niños y jóvenes asimilar los conocimientos mientras se divierten.

“Las representaciones matemáticas con cartones de huevo son figuras geométricas, especialmente rectángulos, que se pueden hacer con estos elementos”, explicó Ciro Melo. Un alumno de último grado sirve de ayudante y testigo de los ejercicios.

La bondad es que con los cartones se pueden armar, desarmar, conformar y deformar figuras geométricas para que el estudiante capte el concepto matemático que se va a trabajar. La demostración la hace tirado en el piso. Se emociona al hablar de lo que sabe y expone conceptos sin cesar.

Alumnos de preescolar hasta undécimo pasan por estas pruebas para aprender las operaciones y no fallar al momento de buscar áreas, perímetros, factores primos, factores de números, sumas de fracciones, propiedades distributivas, hipotenusas y catetos (Pitágoras).

Los alumnos, en algunos cursos, son reacios y no salen a trabajar. En primaria, sexto y séptimo hay mayor participación. Los de grados superiores creen que esta técnica debieron aprenderla en años anteriores y no ahora. Y Ciro Melo los quiere entender, porque cuando cursaba octavo grado, en la natal Ocaña, un par de rojos da fe del poco gusto que tenía para las matemáticas. Corrió con suerte y se pegó a ‘Los Taquebuches’, que lo arrastraron hasta hacerlo entender más allá de lo que creía. A pesar de los desórdenes propios que ofrece la vida a esa edad, fue constante en el estudio.

Ahora, próximo al retiro, considera que la cualidad del matemático debe ser la tolerancia, pero “me falta mucho”, porque quisiera que los jóvenes aprendieran rápido.  Otro convencimiento que tiene es que “esto (de los cartones de huevo) es una tecnología”.

La idea nació en 1997, en el colegio Andrés Bello, de Bochalema. El profesor Mario Uribe Carvajal invitó a Melo Romero a una reunión del grupo ecológico que dirigía. En ese instante hablaba de residuos sólidos y lo motivó a trabajar.

La mente de Ciro despertó al ver los cartones de huevo. De inmediato pensó que los podía utilizar para las matemáticas. Desde entonces trabaja con ese sistema que “sirve para tener el concepto claro de lo que es el centímetro cuadrado”.

Los cartones dan la posibilidad de mostrar otras figuras que no sean necesariamente un cuadrado. Existen círculos de un centímetro cuadrado, y sirven para temas algebraicos, para hablar de derivadas máximas y mínimas, tema importante en el cálculo.

La complejidad del ejercicio está en poner a los estudiantes a buscar dos números que multiplicados entre sí den otro. El muchacho arma la figura fácil. Y luego se va a lo difícil. Las representaciones que se hacen en el piso con los cartones no pueden hacerse en el tablero con marcador, porque se entendería menos.

El docente Melo Romero observó que los estudiantes tenían dificultad para desarrollar las competencias matemáticas, porque no superaban la etapa del pensamiento concreto, debido a la no utilización de materiales y estrategias adecuadas que permitieran a los niños visualizar situaciones problema que simplemente se explicaban en el tablero y lo consignaban en el cuaderno.

La experiencia ha sido presentada en el foro ambiental de Bochalema (2000) y en el foro zonal ‘Experiencias significativas en matemáticas’ (2012-2013), en Tibú. En Cúcuta se conoce en gran cantidad de colegios; en el departamento ha estado en Salazar, Tibú, Chinácota, Bochalema, Ocaña y en los congresos de la asociación de maestros,  y en el país ha llegado hasta Montería y Pasto.

Ha tenido el reconocimiento por parte de la Alcaldía de Cúcuta, este año, y Asinort ha colaborado. De los rectores ha conseguido ayuda para promover el sistema, que está inscrito en el programa ‘Colombia Aprende’ para participar a escala nacional.

Ciro Alonso Melo, oficialmente, terminaría la etapa de maestro el 28 de mayo del 2015, pero piensa retirarse en enero. Aunque continuará con la formación de estudiantes en el pensamiento matemático. No se llevará los cartones a casa, buscará otros. En el colegio quedará el legado.

Resultados de la experiencia:

1.- Mayor habilidad para solucionar problemas relacionados con pensamiento lógico, operaciones básicas, fracciones, perímetro, áreas, sucesiones, álgebra.

2.- Mayor habilidad para argumentar oralmente empleando el lenguaje matemático.

3.- Fortalecimiento del pensamiento divergente al proponer y verificar diversas soluciones a un problema.

4.- Incremento en la habilidad para formular problemas basados en el material propuesto.

5.- Mayor habilidad en los procesos inductivos y deductivos.

6.- Mayor armonía en el trabajo de equipo, más participación en clase, mayor comunicación entre estudiantes y profesores, y mayor compromiso para el cuidado del medio ambiente. (Competencias ciudadanas).

7.- En cuanto al trabajo de los docentes se fortalecieron la comunicación, el espíritu de equipo y el deseo de investigar y sistematizar una experiencia didáctica que ayude a alcanzar las metas de mejoramiento de la institución.

RAFAEL ANTONIO PABÓN

rafaelpabon58@hotmail.com

Foto: www.contraluzcucuta.co

 

Sobre Rafael Antonio Pabón

Nací en Arboledas (Norte de Santander - Colombia), educado y formado como periodista en la Universidad de la Sabana (Bogotá), gustoso de leer crónicas y amante de escribir este género periodístico, docente en la Universidad de Pamplona (Colombia) y seguidor incansable del Cúcuta Deportivo.

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Un comentario

  1. que uno no debe preocuparse por el dinero si no el estudio para aprender como estas cosas que aprendio ciro alonso melo con la experiencias que tenia el con las matematicas. y por el estoy aprendiendo con el conocimiento para desarrollar problemas o otras cosas pero que siga asi algo dia cuando se grande se lo agradesere mucho y lo compensare por el gran trabajo que se esforzo y mucho y alcanzado a tener una meta que el queria tener y estoy orgulloso de el.

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