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CÚCUTA.- En medio de la dificultad social que vive el país se vislumbra una luz de esperanza. No se pretende dejar a un lado la realidad nacional o huir, solo se quiere respirar en medio del vaho.
Una ilusión, un sueño, un anhelo que hace más de 16 años se han hecho esquivos, hoy están más cerca que nunca. El fútbol de la selección Colombia se encargó de unir a cientos de cucuteños en El Malecón. El espacio familiar por excelencia de la ciudad se convirtió en el punto de encuentro de la enorme mancha amarilla que de a poco se tomó esta vía de la capital norte santandereana.
Hombre, mujeres, niños, ancianos, todos juntos en torno a la causa de apoyar al combinado patrio, que afrontaría uno de los partidos más importantes en los últimos tiempos. El encuentro crucial que no daba margen al error, pues al ganar se aseguraba la clasificación al Mundial de fútbol que se disputará en Brasil.
Sin importar la inclemencia del clima y el horario del partido, el número de aficionados que se acercó con camisetas, gorras, banderas y otros distintivos aumentó con el pasar del tiempo. Las cornetas, los pitos y los gritos, acompañados de aplausos de los más de 10.000 hinchas congregados en este lugar, daban la impresión de estar en una de las tribunas del estadio Metropolitano, de Barranquilla.
El partido inició y las ilusiones de millones de colombianos se echaron a volar. Esperaban la victoria para sentirse cerca a Brasil. Los minutos pasaron y Colombia se acercaba al objetivo. La entrega y el sacrificio los jugadores robaban aplausos y gritos de aliento.
Hasta que llegó el momento esperado por los miles de aficionados. Las gargantas explotaron al unísono y a una sola voz se escuchó la frase que eriza la piel, que llena de orgullo y colma de satisfacción y alegría. ¡Gooooollll! El cucuteño James Rodríguez abrió el marcador el júbilo de sus paisanos.
La fiesta que se vivía en Cúcuta, en El Malecón, era diga de un carnaval. La alegría irradiaba. Los abrazos y los saltos llegaron con el correr de los minutos. El pitido final marcó el comienzo de la fiesta, de una fiesta que se extendió hasta la madrugada.
Resta solo un punto de los nueve en disputa para asegurar la asistencia al mundial. El martes, la cita será en Montevideo. Los muchachos visitarán a la siempre difícil selección charrúa en otro clásico de la jornada de eliminatorias.
Seguro, en ese partido se concretará la clasificación, y de nuevo la fiesta se vivirá en El Malecón el sitio de concentración de los cucuteños.
ELIBARDO LEÓN ESTÉVEZ
