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CÚCUTA.- La alcaldesa María Eugenia Riascos está próxima a entregar el mando de la ciudad. En los cuatro años de gobierno ha soportado críticas duras, fuertes comentarios y reprimendas salidas de la boca de los opositores a su gestión, de algunos arrepentidos por haberla llevado al palacio municipal y de los que no la apoyaron, pero luego se pegaron a su administración.
Esta mujer tiene dos características peculiares al hablar. Siempre pone a Dios por delante de cualquiera de sus acciones y después habla complaciente de las comunidades vulnerables, las que le confiaron el voto y las que visita con asiduidad para devolverles el favor recibido en las urnas.
– Me duele mucho el dolor ajeno. Soy solidaria cuando veo en las noticias lo que sucede con un niño maltratado o violado, una familia que no tiene los alimentos diarios.
El lema de la administración municipal es ‘Cúcuta humana, solidaria y competitiva’. María Eugenia Riascos es humana desde que tiene uso de razón. De pequeña se preocupaba por los vecinos; luego, mayorcita, ese sentimiento lo mostró en los trabajos que desarrolló. En varias ocasiones la han tildado como la ‘alcaldesa de los pobres’, por esa sensibilidad para con los desamparados.
Es solidaria con los necesitados. Le duele lo que ocurra en cualquier situación. Si ve a alguien que no tiene trabajo, sufre. De pronto no puede darle trabajo, pero sufre. Si hay alguien sin qué comer, sufre; si alguien no puede estudiar, sufre.
Cada año la administración municipal hace esfuerzos para sacar adelante los programas proyectados para dejar ver lo competitiva que es la ciudad.
– Cuando deje de ser Alcaldesa seguiré en lo mío, que es el servicio a la ciudad.
Sin embargo, algo no deja que este eslogan se cumpla a cabalidad. Lo principal de ese estorbo es la falta de recursos para ejecutar las obras planeadas y que darían a la capital de Norte de Santander una imagen diferente, amable y acogedora.
Las críticas por la cara que refleja Cúcuta llueven contra la Alcaldesa. Los huecos en las calles son los que despiertan mayores improperios contra esta mujer. Para contrarrestar esas afrentas se escuda en lo espiritual. Ora y bendice a los que la insultan y persiguen.
En el 2010, hasta se pidió la revocatoria del mandato, alegato que no prosperó. Tiempo después, algunos de los que impulsaron esa acción se unieron a la causa y forman parte del equipo de trabajo en la Alcaldía. Incluso, hay quienes la llaman despectivamente ‘María Ingenua Fiascos’.
– Las críticas no me trasnochan. Pongo esas consideraciones en las manos de Dios. A esas personas quisiera invitarlas a que conozcan mi plan de desarrollo y mi programa de gobierno.
Está segura de que los que hablan mal lo hacen porque no tienen ni idea de lo que es gobernar y de que lo importante son la educación, la salud, la vivienda y la libertad.
La formación como agente de la Policía le da fortaleza para la toma de decisiones, incluso en momentos difíciles y complejos. El adiestramiento militar le ha servido cuando ha tenido que asumir responsabilidades.
Recordó a manera de ejemplo cuando el asunto de los peajes y la oposición que asumió para construir nuevas casetas que afectaran a los conductores cucuteños. Por eso está convencida de que hay que saber mostrar autoridad y decir no en el instante justo y preciso.
Como buena atleta en sus años mozos, no le ha corrido a ningún problema y los ha enfrentado a todos. Les puso la cara a todos los problemas que encontró en Cúcuta. El Plan de Desempeño le valió una cachetada y un crítico dijo que después de ese programa qué pasaría con las finanzas del municipio.
– No estoy equivocada. No hemos corrido ante nada. Seguimos corriendo, pero hacia adelante.
Muchos son los aspectos que la ponen triste. Entre esos, el estado de las vías internas de la ciudad. Recientemente, el Concejo la autorizó para que contratara créditos hasta por $40.000 millones con destino a la malla vial. Buena parte de los cucuteños consideró fuera de lugar la petición y posterior aprobación. Esos recursos darán solución a un alto porcentaje del problema.
Cree, a pie juntilla, que los gobernantes deberían dedicarse de manera especial a la atención de la población vulnerable.
– Como mujer me siento realizada y contenta. Me siento una mujer bendecida por haber nacido en esta raza. Hago parte de la raza negra.
¿La reciente que le digan negra?
– No, toda la vida se me ha llamado así. Sigo siendo la negra o la negrita. Lo recibo con cariño.
Procedo de una familia de negros de la Costa Pacífica. Mi padre es de Buenaventura, mis abuelos eran del Valle, y mi mamá es blanca, soy una mezcla de la que salió esta hermosa negra. Y a eso debo mi raza.
Foto: Jhon Cruz
