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Tania Agudelo, sicóloga, está al frente del trabajo con las comunidades carentes de oportunidades. / Fotos: contraluzcucuta – Álbum personal

CONVERSACIONES DE ENTRE CASA. El arte sensibiliza, Tania Agudelo

CÚCUTA.- Sustraer a los niños de las dificultades que ofrece el mundo violento no es tarea fácil. Hacer que esos pequeños, residentes en barrios vulnerables, hagan de la cotidianidad una obra de arte no es cuestión de magia. Pedirles a unos títeres que transformen y le devuelvan la alegría a la población infantil no es asunto de ilusionismo.

El proyecto El arte, la convivencia y la paz, respaldado por el Ministerio de las Culturas, las Artes y los Saberes, busca incentivar la cultura y el arte desde el teatro de títeres. Todo, fundamentado en la importancia de la paz en Cúcuta. Los barrios en situación de vulnerabilidad viven el problema del reclutamiento forzado, la violencia y la guerra entre bandas. Los niños son los que soportan esta realidad.

Tania Agudelo, sicóloga, está al frente del trabajo con las comunidades carentes de oportunidades para abandonar esa condición y destacar en medio de la sociedad que los margina y los olvida.

  • Nos ubicamos en cuatro pilares, que trabajaron en una cartografía social: La reconciliación, la paz, la convivencia y la memoria.

Sobre esos parámetros los niños hicieron obras de teatro de títeres, en las que revelaron y contaron cómo viven y cuál es la verdad de la cotidianidad. Por medio del ejercicio reflejaron y entendieron que lo que viven no es fácil y que convocar a la comunidad a vivir o a pensarse de otra manera era necesario para tener una convivencia distinta.

Para recrear las historias los pequeños echaron mano de la creatividad, elaboraron los muñecos, improvisaron en el relato y contaron sin miedo el diario vivir. El lenguaje utilizado es el propio de la edad o el que se aprende en la casa y en la calle. La principal característica es la sinceridad con la que actúan en medio del amor por lo que aprendieron a hacer.

  • Nosotros, simplemente, les damos la confianza para que dejen volar la imaginación, creen y trasladen a historias las vivencias, que parecen inverosímiles, pero son de la cotidianidad.

La Corporación Cultural Taller de Títeres (1984) trabaja con las comunidades en condición de empobrecimiento. Desde entonces toca la sensibilidad humana y produce el ejercicio de montajes de teatro o títeres para reflejar lo que se vive en los barrios. El objetivo es que se exprese lo vivido en el contexto social y así convertirse en voz de denuncia.

La labor lleva años enseñando a la gente a buscar la manera de cambiar las condiciones de vida. Para cumplir ese propósito se valen de alianzas con lideresas, organizaciones y conocidos de hace años, que ayudan con las convocatorias del público objetivo. No hay límites para los cupos.

A lo largo de 40 años, la Corporación ha ejecutado buena cantidad de proyectos. El arte, la convivencia y la paz es el último en el que han trabajado. Tania se lamenta, porque muchos de los trabajos no tienen continuidad y los participantes no los extienden en el tiempo.

  • Hay adultos que me dicen ‘a mi hijo le hago títeres para que tenga la motivación que tuve’. Este, que duró dos meses y algo más, quisiéramos continuarlo.

En la reflexión acerca del seguimiento a los talleres, aseguró que es necesario crear escuelas de formación. De esa manera se aprovecharán las capacidades y habilidades que tienen los niños. Se está en mora de implementar esos centros de aprendizaje. Una idea es que pueden ser itinerantes para llegar a la mayoría de barrios cucuteños.

Algunos de los participantes en las jornadas de capacitación siguen el camino de las artes en teatro, títeres, danzas. Han mantenido el proceso, aunque son contados.

Hasta los anillos de pobreza de Cúcuta, Los Patios y Villa del Rosario, y El Catatumbo en ocasiones, se extiende la labor artística. Ahí, los niños viven en condiciones precarias y es donde se procura desarrollar los proyectos. Las razones son simples, los niños aprovechan más el aprendizaje y ven las clases como un escape a la cotidianidad.

¿Cómo reacciona un niño ante un títere?

  • Primero, con sorpresa. Dicen qué feo es este muñeco. Luego, con ternura, adoran al muñeco, lo abrazan. El arte sensibiliza y es una herramienta importantísima para sanar. El arte y los títeres son herramientas para reconstruir tejido social.

RAFAEL ANTONIO PABÓN

rafaelpabon58@hotmail.com

Sobre Rafael Antonio Pabón

Nací en Arboledas (Norte de Santander - Colombia), educado y formado como periodista en la Universidad de la Sabana (Bogotá), gustoso de leer crónicas y amante de escribir este género periodístico, docente en la Universidad de Pamplona (Colombia) y seguidor incansable del Cúcuta Deportivo.

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