CÚCUTA.- Eduardo (*) tiene 10 años y cursa quinto grado en la Institución Educativa Técnica Rafael García Herreros, en el corregimiento Banco de Arena (Cúcuta). Su sueño es estudiar ingeniería mecatrónica o mecánica automotriz para arreglar los automóviles que ve pasar.
“Hay mucha inseguridad y robos. Quiero trabajar cuando sea mayor para que eso no pase”, dijo el pequeño, uno de los 52 menores de edad que asistieron a la jornada ‘El Tren de los Derechos’. La actividad fue organizada por la dirección territorial Norte de Santander de la Unidad para la Atención y Reparación Integral de las Víctimas.
El acto sirvió de marco para la entrega de encargos fiduciarios a niños de 7 a 11 años, afectados de manera directa o indirecta por el conflicto armado. Los beneficiados y familiares acudieron al llamado del área de acompañamiento de la entidad, responsable de entregar la indemnización para la población infantil.
“Lo que le corresponde a cada menor queda consignado en una fiducia y sólo podrá reclamarla cuando cumpla la mayoría de edad”, dijo el director territorial de la Unidad, Saniel Peñaranda.
Esta es una manera de asegurarles recursos económicos por la afectación y que pueda ayudarles para los estudios o montar un negocio cuando cumplan 18 años.
Los 52 encargos sumaron $ 130 millones. La cantidad para cada favorecido dependió del hecho y del número de hermanos beneficiados.
“Muchos revelan en esta jornada que quieren ir a la universidad para ser abogados o ingenieros. Algunos sueñan con ser futbolistas”, dijo María Oliva Suárez, profesional de acompañamiento.
En la actividad les dicen que pueden ser lo que desean si se esfuerzan. ‘El Tren de los Derechos’ enseña cuáles son los derechos de los niños y la importancia de ahorrar para invertir en los sueños.
*El nombre se cambió para proteger la identidad del niño.