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CÚCUTA.– El libertador Simón Bolívar, días atrás, mostró de nuevo su figura altiva y guerrera en Cúcuta. Luego de 200 años de su paso por el caserío de aquel entonces, ahora acompañó en la marcha a las víctimas del conflicto armado para reclamar por sus derechos.
Como en ese entonces, el Libertador vistió casaca roja bordada y enarboló la espada para decirle al Estado que los hombres y mujeres salidos de las parcelas merecen la mayor atención y que los reclamos que presentan a grito en cuello son justos.
¿Qué hace en Cúcuta, a esta hora y en este momento, Libertador?
Cuando uno se convierte en personaje popular, se vuelve omnipresente. Está en todas partes y en ningún lugar. Bolívar, en este momento, está en el corazón del pueblo, que no ha permitido que muera, porque uno muere cuando lo olvidan. Bolívar, su lucha y su pensamiento siguen vigentes como ayer. Viví en el siglo 19 y estoy en el siglo 21, porque las luchas revolucionarias siguen y las reivindicaciones sociales siempre hay que hacerlas por el pueblo víctima de olvido, atraso e ignorancia.
¿Cómo se reencarnó Bolívar en usted?
El poeta que me encarna, Miguel Ángel Rodríguez Gutiérrez, es oriundo de la ciudadela Juan Atalaya, nacido en medio del pueblo. Cuando era niño, asistió al liceo Bolívar. Eso fue como una premonición. El papá creció en la Loma de Bolívar, donde ocurrió la batalla de 1813, donde libramos la lucha contra Correa, como inicio de la campaña admirable.
¿Cuántos años lleva Bolívar encarnado en ese cuerpo?
Voy a cumplir una década recorriendo el país, los pueblos y las veredas, acompañando las luchas sociales.
¿En ese recorrido por el país que ha visto?
Lo mismo que vio Bolívar. Olvido, desgreño administrativo, una especia de abandono de parte del Estado. Las oligarquías que siempre han gobernado se han aprovechado como viles vampiros de la sangre del pueblo.
¿Todo lo visto en esta nueva ‘campaña admirable’ le ha servido para el espíritu de poeta?
El encarnar a Bolívar no me ha sido difícil. Sé que al encarnarlo, también llevo al poeta. Los documentos, las cartas de amor y los escritos de Bolívar son obra de un poeta. Por encima del guerrero, del amante, del libertador, está el poeta que sabía hablarle a la gente de manera florida y profunda, sublime y trascendente.
¿Qué aspira usted como poeta, como Miguel Ángel y como Bolívar para este país?
Aspiro a algo que parece utopía. Aspiro a la paz. Nada más hermoso que la paz, que solo se obtiene al acercarse al verdadero y único libertador del hombre, Jesucristo.
¿Hasta cuándo va a estar vestido como Bolívar?
Hasta que las fuerzas me aguanten.
¿Y como poeta?
Hasta que el pueblo me recuerde. Algún día moriré, pero si la gente atesora mis poemas, mis cantos, jamás voy a morir. Ángel Cruz, el poeta del pueblo, siempre estará en el corazón del pueblo como está ahora Bolívar.
¿La gente se admira al verlo vestido de Bolívar?
Causo muchos sentimientos. Genero muchas emotividades. Para los policías, sorpresa, risa, algunos me miran y sonríen nerviosos; para el campesino y el obrero, genero esperanza, me saludan, me abrazan, se toman fotos, me preguntan.
RAFAEL ANTONIO PABÓN
