Contraluz.CO Sólo Periodismo
Artículos relacionados
CÚCUTA.- La madre preocupada por el presente lector de la niña miró en los exhibidores, recorrió los pasillos y no se decidió por un título. Al llegar a la sección de textos para niños se animó a pedir ayuda y la encontró.
- Disculpe, señor, busco un libro para mi hija de 2 añitos. ¿Qué me recomienda?
- Mucho gusto, señora, soy Sebastián. Ya le colaboro.
El hombre se apresuró a atender a la afanada cliente, escuchó las inquietudes y como conocedor de lo expuesto en los estantes hizo la mejor sugerencia de regalo para que la pequeña entre en el mundo de las letras.
La Feria del Libro itinerante llegó a Cúcuta a mediados de semana. Se instaló en Unicentro y tiene disponibles para el público, de manera presencial o digital, 500.000 ejemplares de infinidad de títulos. La empresa Dislectura es la encargada de la organización y Pedro Gualteros, zar de los libros, es quien está al frente.
El objetivo es recorrer el país para romper el paradigma que ha hecho carrera y que pone a los libros entre los artículos de alto costo. Aquí, los precios, sin importar que sean técnicos, de literatura, especializados, infantiles, animados, contemporáneos, gastronómicos, investigativos, filosóficos, novelas negras y policíacas o clásicos, comienzan en $ 5000 y no se elevan hasta hacerse inalcanzables.
- Dislectura es distribuidora de libros en el país. Nos dimos cuenta de que varias librerías cerraron y nosotros decidimos hacer la Feria del Libro. Llevamos 250 en 9 años.
Sebastián Betancur considera que una de las maneras de reconstruir el tejido social es mediante la cultura. La empresa pasó de las tres décadas en el mercado, tiempo que les ha permitido sopesar el nivel de lectura de los colombianos. A pesar del auge de las redes sociales y del facilismo para huir de los textos, cada día crece el gusto entre jóvenes y adultos.
Para sorpresa de los encargados de la Feria, ha habido casos en los que se les acercan y les preguntan ‘¿en Colombia todavía leen?’. Esa inquietud es sinónimo de falta de interés por los libros. A la vuelta de las horas, aparecen las familias que tienen el hábito de leer en grupo, como lo han transmitido de generación en generación.
Quien lee, mejora el léxico, interactúa con los demás sin problemas idiomáticos y utiliza el lenguaje como puente para comunicarse con quienes lo rodean.
- No todos terminan el libro que comienzan. Hemos encontrado personas que manifiestan que procrastinan la lectura y nosotros los asesoramos y les damos una lectura apropiada.
También, aquellos que procuran inculcar a los hijos la sana costumbre de leer, en la Feria encuentran como consejo que se sumerjan en la lectura para que el ejemplo sea seguido en casa. Para ese momento de iniciación hay libros apropiados y que permiten comenzar la transición de la imagen a la palabra.
Los medios de comunicación tradicionales y ahora los digitales, agotan la imaginación y la creatividad infantiles. Esta saturación de imagen incide en el promedio de lectura nacional, aunque existe un auge entre los jóvenes por adquirir textos.
- El promedio en los adultos es alto, pero diría que los jóvenes leen más. Inclusive, los niños leen más.
Los muchachos muestran interés en filosofía, cómics, novelas, temas técnicos, medicina, márquetin, inteligencia financiera e inteligencia emocional. En el recorrido pueden tropezar con Edgar Allan Poe, Dostoievski, Jane Austen, Miguel de Cervantes, Agatha Christie, Paulo Coelho, Charles Dickens, Ken Follet, Nietzsche y Habermas.
A la vuelta, en el siguiente estante, está Gabriel García Márquez rodeado de libros para pintar y recetarios de cocina, espirituales y de superación personal, promociones y juguetes.
- Hemos notado que en Cúcuta hay personas ilustradas y que han hecho de la Feria un evento al que no pueden faltar. De aquí vamos para Pamplona.
El recorrido por el país no solo toca a las capitales, también llega a las ciudades intermedias para que no se sientan marginados los lectores de los alrededores de los centros urbanos.
Mariela encontró varios títulos que servirán para motivar a la hija para que se interese por los libros. Comenzará por los animados, luego le leerá cuentos, después se meterá en historias de medio aliento. Así, le inculcará el gusto por la lectura.
Sebastián se hace a un lado, porque tiene que asesorar a otros clientes, que llegaron con dudas en torno a los títulos, con los precios no hay problemas.
RAFAEL ANTONIO PABÓN
