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CÚCUTA.- El parque Santander, lugar escogido para desarrollar actividades que van del comercio ambulante al discurso político, sirvió como escenario para que los miembros del cabildo indígena Inga hicieran gala de las costumbres y celebraran su jolgorio.
Los ocasionales transeúntes se sorprendieron al ver a la comunidad con tambores, flautas y cuernos. Los indígenas interpretaron ancestrales melodías, que acompañaron con un buen vaso de chicha, preparada para la ocasión.
Más sorpresa causó cuando los 20 o 30 hombres y mujeres vestidos con trajes multicolores, cruzaron la avenida 5, llegaron al atrio de la Catedral de San José y al son de los rudimentarios instrumentos ingresaron para participar en el oficio religioso de las 12:00 del día.
El secretario de Gobierno y Convivencia Ciudadana, David Castillo, acompañó a la etnia. El celebrante saludó a los indígenas, que participaron en la liturgia y hasta recibieron el sacramento de la comunión.
María Quinchoa, gobernadora del Cabildo, explicó que el Carnaval Inga se conoce con el nombre de Atún Puncha o Carnaval del Perdón. Se celebra un día antes del miércoles de ceniza y finaliza entrada la noche.
En Cúcuta, para los ingas la danza, la bebida y la misa se han trasladado al centro de la ciudad, como manera de hacer presencia y reconocimiento a la etnia. Al tiempo que sirve para recordarles a las generaciones de relevo las creencias y las tradiciones ancestrales.
El Carnaval del Perdón es autóctono del Valle de Sibundoy (Putumayo), de donde son oriundos los ingas. Es una fiesta de reconciliación y de inicio del año nuevo, en la que los indígenas agradecen a la madre tierra por los frutos y los bienes recibidos.
Previo a la celebración del Atún Puncha, durante la posesión de María Quinchoa como gobernadora del cabildo, el secretario Castillo gestionó una jornada para expedirles el Sisben.
El funcionario destacó la importancia de apoyar las expresiones autóctonas de las culturas que conviven en el municipio, para generar pertenencia.
