Inicio / Aula Universitaria / El declive del catolicismo

El declive del catolicismo

“El catolicismo no está en declive. Lo que pasa es que las generaciones actuales están alejadas de Dios y los padres de familia no se preocupan por enseñarles a orar y a pedirle al Señor Todo Poderoso que los proteja, siempre se acuerdan de Él cuándo están con el agua al cuello, ahí si dicen ‘Dios mío ayúdame’”.

La reflexión la hizo el sacerdote Diego Huertas, párroco en la iglesia San Francisco de Asís, del barrio  Ciudad Jardín. Agregó que los jóvenes van a misa tan solo una vez al año, porque los obligan o por acompañar a la abuelita.

En la parroquia hay un grupo juvenil que está en contacto permanente con la Iglesia y con lo que tenga que ver con ella. Hacen actividades, tienen un líder que se encarga de oficiar misas como si fuera un sacerdote de verdad, para que se ambienten con el mundo eclesial. El templo permanentemente se llena aunque solo de adultos que aún sienten temor de Dios.

El catolicismo es la religión más importante del mundo, tiene cerca de 2300 millones de creyentes. Aunque parezca tener la misma vigencia y vigor de siempre, ha ido en declive en los últimos años y ha perdido seguidores. El islamismo tiene 2038 millones de creyentes y el budismo 1600 millones.

Los fieles católicos no están convencidos de que han perdido poder a causa de los escándalos venidos desde El Vaticano y por medio de la tecnología se han enterado del pasado que mancha la imagen. Desde las cruzadas, en las que a nombre de Dios asesinaron a miles de seres humanos, hasta la pedofilia se han visto envueltos en escándalos.

Hay fieles aferrados a las creencias que defienden la religión y dicen que Dios no es culpable de estas fechorías. Dios mandó al hombre a hacer lo que quisiera sin intervención del Padre Celestial y por eso no es culpable de lo malo que se haga en su nombre.

“Dios no tiene nada que ver ahí. No le dijo al papa Gregorio VII que matara a todos los que mató y que  tomara a punta de guerra todos los países que tomó”, dijo Mariana, feligrés católica. “Mando a su hijo para que se sacrificara en nuestro nombre y liberarnos de todo mal y pecado”. Por fieles como Marina es que el catolicismo se mantiene y sigue con poder, a pesar de los escándalos, los problemas y las demandas.

Los seguidores se quejan porque el cura nunca da limosna, pide mucho dinero y, los fines de semana, recoge el diezmo. No hay misa en la que no pida dinero. Muchos seguidores han preferido pasar al ateísmo o deísmo por estas irregularidades, a las que se añade la de curas con esposas e hijos.

Altos jerarcas, con el papa Francisco a la cabeza, han puesto sobre la mesa la posibilidad de aceptar propuestas que antes eran disparates y blasfemias imperdonables, como el matrimonio para los sacerdotes católicos y entre parejas del mismo sexo, y el aborto. Así tratan de remediar lo causado y ganar de nuevo la fe de los seguidores que se han perdido.

Los creyentes no van a misa, no asisten a ceremonias que antes eran imperdibles y ni siquiera usan insignias, como un rosario o camándula. A estas actividades asisten fieles mayores de 45 años y algunos niños menores de 14 años porque son obligados por los padres, no porque deseen hacerlo.

“Es triste ver a la gente tan alejada de Dios. Quisiera que hubiera más jóvenes que adultos en mi iglesia, para al menos saber que les interesa conocer a Dios, que quieren estar cerca de Él. Se ha perdido totalmente la fe y es preocupante”, dijo el sacerdote Carlos Jaimes, párroco de San Antonio de Padua, en El Zulia.

No solo en Colombia se da este problema, ocurre en cualquier parte donde se profese la religión. Tal vez sea grave para algunos, mientras para otros es lo mejor que le puede pasar al catolicismo. En Colombia, el 30 por ciento de la población es evangélica, testigos de jehová y ateos. Estos últimos por indignación prefieren abandonar la creencia familiar y creer en la existencia de una fuerza suprema y divina que rige las leyes del universo y la tierra, pero sin ligarse a ninguna religión.

URIEL DAVID HIDALGO

Estudiante de Comunicación Social

Universidad de Pamplona

Campus de Villa del Rosario

Sobre Rafael Antonio Pabón

Nací en Arboledas (Norte de Santander - Colombia), educado y formado como periodista en la Universidad de la Sabana (Bogotá), gustoso de leer crónicas y amante de escribir este género periodístico, docente en la Universidad de Pamplona (Colombia) y seguidor incansable del Cúcuta Deportivo.

Podría Interesarle

LOS ALEROS. 40 años enclavado en la montaña andina

MÉRIDA – Venezuela.- Allá, en medio de la montaña andina sobrevive un pueblo del siglo …

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

This site uses Akismet to reduce spam. Learn how your comment data is processed.