CÚCUTA.- La terquedad, la irresponsabilidad y la incultura de los cucuteños quedaron evidenciadas al finalizar el 2013 y comenzar el 2014. Quemados con pólvora, comparendos a conductores ebrios y basura por doquier dejaron los últimos días del año en la capital de Norte de Santander.
En buena parte de la ciudad se desobedeció el Decreto 650 y decenas de muñecos cargados con pólvora estallaron a las 12:00 de la noche del 31 de diciembre. La Policía, días previos a la despedida del año, recogió varios ‘año viejos’ para evitar problemas.
A pesar de los controles, un niño de 12 años, residente en el barrio San Miguel, recibió el impacto de un explosivo en el ojo derecho. El menor de edad recibió atención médica y fue intervenido quirúrgicamente en la clínica San José. El decreto advierte que los padres de las víctimas de quemaduras con pólvora serán denunciados ante la Fiscalía.
En otros hechos, Edison Sarmiento, de 22 años, fue atendido en la Unidad Básica de Loma de Bolívar, y Alfonso Cáceres, de 37, resultó con quemaduras de segundo grado.
En la noche del año nuevo la Policía impuso 37 comparendos, 11 corresponden a conductores ebrios. Treintaicinco motos y automóviles fueron inmovilizados. Ocurrieron seis accidentes, en cuatro hubo daños materiales y 10 personas quedaron con lesiones leves.
El 2013, terminó con el 23 por ciento menos de homicidios comparado con el año pasado. En el 2012, hubo 345 homicidios, y el 2013 cerró con 260. De los 365 días del año, 183 trascurrieron sin homicidios, frente a 150 del 2012. En enero pasado, ocurrieron 16 muertes violentas. “Este año no podemos repetir esa cifra”, dijo el alcalde Donamaris Ramírez.
Después de los festejos, Cúcuta amaneció con las calles llenas de basura. Los empleados de las empresas recolectoras madrugaron para cumplir la labor de limpieza y en pocas horas la ciudad cambió su aspecto.