Contraluz.CO Sólo Periodismo
Artículos relacionados
CÚCUTA.- La inauguración del Grupo 1 de la Zona Americana de la Copa Davis permitió ver en el complejo tenístico de Cúcuta a personajes de la vida criolla y a personalidades que llegaron para ver los partidos entre colombianos y uruguayos.
La pasarela deportiva la abrió el gobernador Edgar Díaz, acompañado de su séquito oficial, que incluye gestora social, secretarios de despacho, periodistas, guardaespaldas y conductores. Todos, aconductaditos, presenciaron los encuentros y partieron del escenario cuando el jede dio la orden.
La extenista cucuteña Fabiola Zuluaga, la mejor mujer exponente de este deporte en Colombia en toda la historia, estuvo acompañada por sus dos hijos. Una niña y un niño, “hermosos los dos”, dijo una señora sentada en los graderíos. El complejo lleva su nombre, con justa razón. “Está distinta a como la veíamos en la televisión”, dijo un hombre que aseguró no se perdía partidos de la motilona en cualquier cancha del mundo.
Los nuevos ídolos de la afición futbolística cucuteña tampoco desaprovecharon la ocasión para mostrarse ante el público que los vitorea en el General Santander. Mateo Fígoli y Damián Malrechauffe llegaron en pantalón corto y se prestaron para las fotos con quienes los admiran. Saludaron a los compatriotas uruguayos, los aplaudieron, sonrieron con los niños de Fabiola, pero no soportaron la primera derrota del día y marcharon a casa antes de ver en acción a Ariel Behar.
Detrás llegó el técnico del Cúcuta Deportivo, Guillermo Sanguinetti, charrúa de pura sangre. Aprovechó para ganarse unos punticos ante la afición rojinegra que no olvida los seis puntos perdidos en el torneo del fútbol profesional. Tampoco le gastó muchos minutos al tenis, compartió y salió para la concentración tan pronto pudo.
El ausente mayor fue el alcalde Donamaris Ramírez. Hubo quienes lo extrañaron y lo preguntaron, pero no obtuvieron respuesta acerca de su paradero. Hoy es aguardado, o mañana, o para el repechaje. Todavía queda deporte por disfrutar.
El listado de personajes está engrosado por aquellos hombres y mujeres que se refunden con la gente y pocos se dan cuenta de su presencia. Los recogebolas cumplen una labor fundamental en el torneo y solo se resaltan los errores que cometen por nervios, por inexperiencia y por ansias de hacer bien el papel.
Los jueces de línea, encajonados gritan lo que ven así se equivoquen. Desde las tribunas solo reciben silbidos. Los patrulleros, abnegados y sin poder ver los partidos, ahí están para poner autoridad. Allá los que no les crean. Los periodistas, silenciosos, con libreta en mano y teléfono listo para enviar mensajes. Y todos los demás asistentes. Siempre en Cúcuta habrá público para cualquier actividad deportiva.
RAFAEL ANTONIO PABÓN
