CÚCUTA.- Los cucuteños disfrutan, por estos días, con los partidos del Grupo 1 de la Zona Americana de la Copa Davis. En el complejo tenístico gozan al máximo con cada punto disputado en la cancha y si lo ganan los colombianos la celebración es a rabiar.
En medio de esos más de mil aficionados que llevaron la camiseta amarilla para identificar al equipo nacional y para hacer sentir a los deportistas como en casa, se abrió paso la familia García Zuluaga.
A Julián lo recuerdan los cucuteños que asistieron a la Catedral de San José, el 11 de diciembre de 2004, para atestiguar el matrimonio de la mejor tenista del país en todos los tiempos y salida de esta tierra. De ahí en adelante, solo los allegados saben quién es ese hombre.
El comunicador social que llevó a Fabiola Zuluaga a tomar dos decisiones fundamentales para el futuro pasea por Cúcuta tranquilo, sin el afán de los coterráneos de su esposa por pedirle un autógrafo. Si no camina junto a ella pasa inadvertido, como un aficionado más al deporte blanco.
Es tranquilo, sereno, sonriente y comprensivo con quienes buscan la firma de Fabiola en un papel cualquiera, la foto con la extenista y el abrazo de esta mujer todavía querida por muchos en la capital de Norte de Santander. Sabe que la famosa es la madre de sus hijos y así lo asume.
Fabiola, ahora, es amable, tranquila y receptiva a las manifestaciones de cariño de sus paisanos. La vida ha cambiado. Es una mujer de tres décadas, ama de casa y madre de Jacobo y Manuela. Imposible no ser reconocida y menos en el complejo deportivo que lleva su nombre como homenaje por los logros en el mundo.
Un día alcanzó el puesto 16 en la clasificación mundial femenina. Otro día, llegó a la semifinal del Abierto de Australia. En otra ocasión dijo no más a las raquetas. Y en otro momento tomó la determinación de caminar hacia el altar para desposarse con Julián.
De la unión de los dos nacieron Jacobo, en el 2007, y Manuela, dos años después. Ambos tienen los ojos claros, herencia paterna; piel despercudida, producto de la vida que llevan en Bogotá; cabello amarillo y ensortijado y mirada de niños.
En la mayoría de las veces van agarrados de las manos maternas. El sábado lucieron franelas amarillas, a manera de la cuota inicial de lo que serán en el futuro, fervorosos hinchas del tenis colombiano.
Julián, Fabiola, Jacobo y Manuela conforman la familia García Zuluaga. Los cuatro han gozado con los tres triunfos de Colombia contra Uruguay. Los cuatro se sienten bien en el complejo tenístico. Los cuatro se ven bien en Cúcuta. Los cuatro firmaron un autógrafo en un papel cualquiera para los lectores de la revista www.contraluzcucuta.co.
RAFAEL ANTONIO PABÓN
Foto: JOHN MANUEL REINOSO