CÚCUTA.- Podemos alcanzar nuestros objetivos de paliar la pobreza, impulsar la prosperidad para todas las personas y compartirla con las generaciones futuras, llevar la violación de los Derechos humanos a su mínima expresión, pero solo lo lograremos si trabajamos juntos con un sentido de urgencia que tenga como meta hacer ver al miope estado centralista, esa oculta realidad de la enorme diferencia socio cultural y económica de las zonas de frontera, que cultivan el desorden e incitan a vivir inmersos en la cultura de la ilegalidad, de la conflictividad y de la violencia donde impera la ley del más fuerte.
Es necesario entonces, pensar en actuaciones radicales de carácter político, pero para ello debemos interesar al estado a través del gobierno para que legisle de verdad y de una vez por todas, con normas singulares y específicas para cambiar la crítica situación de una zona que convulsiona todos los días mientras el ejecutivo se hace el de la vista gorda.
Propuestas atrevidas, algo ilusas y hasta utópicas como la de tener un gran estado nación (Estados Juntos de Latino América) que comprenda todos los pueblos de la América latina, en donde una solo política macroeconómica y tal vez una solo moneda podría dar al traste con la situación que genera tanta inestabilidad social, podría ser la solución. O, siguiendo en esa misma senda de atreverse a buscar salidas osadas, hacer caso de la propuesta de ex alcalde José Gélvez, de crear la república independiente de Maracaibo (Guajira, Cesar, Norte y Arauca con Apure, Táchira, Mérida y el Zulia) donde en esa nueva nación seriamos centro y no periferia. O, un región binacional de libre comercio, amplia, abierta, bien normada y muy seguramente prospera con atractivos para grandes inversiones extranjeras, sería la otra opción para tener un territorio mejor, más pacífico y con mejor calidad, de vida para sus habitantes, en cambio de seguir pensando en paños de agua tibia, como ese mundo de leyes de frontera sin dientes ni recursos, que no son más que un saludo a la bandera.
ALEJANDRO CANAL LINDARTE