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El Señor Presidente Santos pide que nadie convierta el tema de paz en bandera política. No sé si esto es un “descaro” o es una burla más a los colombianos. El presidente no puede pedir reconocimiento y respeto pues todo lo que dice que otros no hagan lo hace:
– Utilizó el proceso de paz para hacer política, se reeligió con ese cuento. Y continúa haciendo política y descalificando a quien tenga una observación u opinión contraria.
– Prometió refrendar los acuerdos y acatar los resultados. Hizo todo lo contrario, desconoció el resultado del plebiscito.
– No cumplió su palabra en renegociar y someter al pueblo en nuevo referendo: como perdió el primero, entonces acudió al Congreso en donde tenía mayorías, para lograr aprobación a pupitrazo limpio y sin importarle nada la Constitución.
– Manipuló las Cortes y a jueces para lograr conceptos de que todas sus dudosas acciones eran constitucionales.
– Utilizó el presupuesto nacional para comprar a representantes y senadores, asignándoles partidas para las regiones, en un acto de extrema corrupción del gobierno.
– Utiliza el incorrecto Fast Track para hacer lo que les venga en gana, incluyendo reformas políticas, micos con temas de manejo electoral, votación a los 16 años, todo para hacer política, trampear y seguir burlándose de los colombianos.
La lista es larga de lo que el presidente hace, porque le da la gana, pero advierte que otras personas no lo pueden hacer.
Mientras tanto tenemos en Colombia:
– Unas Farc que no entregan a los menores reclutados.
– Unas Farc que niegan ser narcotraficantes.
– Una zona como El Catatumbo que en el 2010 tenía menos de 3000 hectáreas con plantaciones de coca y en descenso por el programa de control y fumigaciones, y hoy pasa de 10.000 hectáreas, suspendidas las fumigaciones (para complacer a las Farc) y, más preocupante, disminución a la erradicación manual.
– Colombia pasó durante la negociación con las Farc de tener menos de 70.000 hectáreas de coca a casi 200.000 hoy, ¿por una actitud, ingenua de facilitar negociación de paz? No, eso no es creíble. Fue una decisión irresponsable, regalada y tal vez deliberada para tener un grupo accediendo injustamente a espacios que debía ganar con una verdadera actitud de reconocimiento democrático y voluntad de paz.
Hoy, las Farc predican, los medios les abren los espacios a personas que no se ruborizan por sus acciones criminales, que llegarán al poder y que lo que pasó en negociar es un paso en su estrategia de lucha. Claro, tendrán todo el dinero hecho con sangre de las víctimas y mucho dinero del “narcotráfico del posconflicto”, que muy seguramente compartirán una miga con los personajes en esta negociación.
– Hoy, Colombia tiene un incremento notable en las bandas criminales alimentadas por los grupos ilegales, en un número que supera ampliamente a las Farc, Eln y Epl juntos. El Gobierno poco control hace sobre ellos.
– Este gobierno no muestra ni el más mínimo recato por sus acciones y sigue pregonando, con su falsa careta de honorable premio Nobel. Colombia debe estar alerta. Es bueno tener paz, lo que no está bien es tenerla en apariencia y desbaratando la institucionalidad de la nación.
SEGUNDO ANTONIO GONZÁLEZ
