CÚCUTA.- En una casa tradicional de Cúcuta, en la que por muchos años funcionó un laboratorio, encontrarán alivio a las penas centenares de habitantes de la calle. El programa lo desarrollará la Alcaldía de Cúcuta.
Los beneficiados serán hombres y mujeres que pasan las horas en el parque que separa el puente Eustorgio Colmenares y el Parque Lineal, donde se levanta una escultura del maestro Eduardo Villamizar. Los indigentes consumen licor y viven entre la miseria.
El sector donde está el inmueble (avenida 7 con calles 7 y 8) es mirado con desdén por la sociedad cucuteña. En esta área aparecen el Canal Bogotá, la antigua cárcel Modelo (hoy centro comercial Las Mercedes), parque Antonia Santos y ‘Barrio Chino’.
El recuerdo de los cucuteños de antaño es que ahí se desarrolló gran parte del comercio local. Desafortunadamente, con el tiempo, esas edificaciones cayeron en mal uso y deterioro. Muchos habitantes perdieron el referente histórico de la importancia del lugar.
Ahora, el alcalde Donamaris Ramírez, empeñado en rescatar esa zona deprimida de Cúcuta, ha previsto una serie de programas sociales y entre esos aparece la apertura de la casa para darles refugio a los consumidores fe alcohol y de drogas que quieran comenzar un proceso de rehabilitación.
En la antigüedad, allí funcionó el laboratorio de Dióscoro Méndez, cuyos hijos han estado vinculados a muchas actividades de la ciudad, entre ellas a la Universidad Francisco de Paula Santander.
Será un lugar de descanso y de paso para que estas personas puedan asearse, consumir alimentos y vincularse al programa definitivo que terminará en una finca que arrendará la administración municipal para llevar a cabo la rehabilitación social.
A la casa no se le tocará la parte arquitectónica. Se utilizará el espacio como está. Es una vivienda que tiene instalaciones amplias y apropiadas que servirán para los fines propuestos por la Alcaldía.
Los jóvenes y adultos que se acojan al programa recibirán apoyo de siquiatras, sicólogos y trabajadores sociales para completar el ciclo de recuperación. En la casa permanecerán de día y en la noche saldrán a la calle.
Al día siguiente regresaran y encontrarán los mismos servicios, sin restricciones. Tendrán libertad para volver o quedarse para siempre en los andenes y alejados de la sociedad.
Inicialmente, las decenas de hombres y mujeres serán atendidos en las carpas de la concientización para motivarlos.
RAFAEL ANTONIO PABÓN