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BOGOTÁ.- Doscientos veinte mil colombianos han muerto a causa de la guerra desde 1958 hasta 2012. De ellos, 177.307 eran población civil. Estas cifras aún no se cierran.
Martha Nubia Bello, coordinadora del Informe General, explicó que “uno de los objetivos principales de los actores armados es el de invisibilizar. Que no se vea, que no se noten los muertos. Por eso jamás sabremos cuántos muertos ha dejado la guerra”.
Es la misma razón por la cual 25.007 colombianos están desaparecidos y sus padres, hermanos, esposos, hijos y amigos no saben nada de su paradero. El Centro Nacional de Memoria Histórica (CNMH) presentó el Informe: ¡Basta ya! Colombia: memorias de guerra y dignidad.
Ya que esta ha sido una guerra para silenciar, presentarle al País un informe que recoge las experiencias de cientos de víctimas, las cifras más contundentes sobre el conflicto desde 1958 e interpretaciones a partir de seis años de investigación, es un pedazo de batalla que gana la memoria histórica en Colombia. El triunfo se dará cuando un grueso de la sociedad lo conozca y se apropie de sus páginas.
La entrega y presentación pública de este informe responde al cumplimiento del artículo 51 de la Ley 975 de 2005, ratificado y prorrogado en el Decreto 4158 de 2011 los cuales hacen responsable al Centro Nacional de Memoria Histórica (CNMH) -antes Grupo de Memoria Histórica- de entregar al país un documento que aporte a la comprensión del origen, la magnitud y las trasformaciones del conflicto armado.
Para cumplir con este mandato el CNMH optó por profundizar en 21 casos emblemáticos y temáticos del conflicto. En ellos, informes publicados desde el 2007, se abordaron las masacres de Trujillo (Valle), El Salado (Bolívar), Bahía Portete (Guajira), Bojayá (Chocó), El Tigre y El Placer (Putumayo), entre tantas otras que se entienden como hitos representativos de las 1982 masacres cometidas por grupos paramilitares, guerrillas y miembros de la Fuerza Pública desde 1980 hasta el 2012.
Hoy, cuando el CNMH presenta este informe al Presidente, 38 víctimas de diferentes regiones del país que participaron con sus memorias en las investigaciones anteriormente publicadas, nos acompañan y reciben de manos de Gonzalo Sánchez Gómez, director del CNMH, este libro que para ellos simboliza un espaldarazo en su lucha constante por no olvidar a sus muertos, secuestrados y desaparecidos; y por resistir a la violencia que aún los agobia día tras días en las regiones.
En sus memorias, cargadas de lecciones para millones de miembros de nuestra sociedad que jamás se han visto impactados por la guerra, están las voces de los más de 4 millones de desplazados desde 1996, la de los 27.023 secuestrados desde 1970; las voces de los 1190 indígenas asesinados entre 1996 y 2009; las de las 1431 mujeres víctimas de violencia sexual; las voces de los 951 niños y adolescentes huérfanos a causa del conflicto; las de los 1487 funcionarios de la Justicia victimizados, y las de nuestra sociedad dolida y cohibida por esta guerra.
“Si el dolor no nos une, entonces ¿Qué nos puede unir? Con el cuerpo de mi hija entre las manos, le prometí y le pedí que me diera fortaleza para ayudar a otras personas a que recuperen la tranquilidad y puedan resolver ese interrogante tan grande, que es saber dónde están los seres queridos”: Pastora Mira, San Carlos Antioquia.
