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CÚCUTA.- La capital de Norte de Santander seguirá extendiéndose sin control hacia los valles del Táchira y del Zulia, y los cerros circundantes. La advertencia corresponde a uno de los pronósticos sobre la evolución de la ciudad contenidos en el estudio ‘Cúcuta 2050, ciudad futuro’, elaborado por la Cámara de Comercio de Cúcuta y Camacol Cúcuta y Nororiente.
“Hemos asumido el reto de soñar la ciudad que queremos, construyendo una visión urbana”, escribió el presidente ejecutivo de la Cámara, Carlos Luna, en la presentación del documento. El proyecto, explicó, busca construir colectivamente “una ciudad con identidad, capaz de afrontar un equilibrio entre los aspectos de competitividad, desarrollo social, sostenibilidad ambiental y cultura”.
En el documento se afirma que si no se corrigen los desequilibrios existentes y no se modifican las tendencias actuales, se corren los siguientes riesgos:
1.- Continuarán los asentamientos subnormales y barrios clandestinos carentes de servicios en las zonas de alto riesgo y a lo largo de las vías intermunicipales.
2.- El deterioro ambiental causado por el proceso de urbanización será peor de lo que está y la ciudad será menos sustentable.
3.- Las bajas densidades habitacionales contribuirá a que los viajes sean más largos, los servicios públicos más difíciles de suministrar y la tierra apta para el desarrollo futuro cada vez más escasa.
4.- Villa del Rosario, Los Patios y El Zulia se consolidarán como ciudades dormitorio ocasionando aumento considerable en los desplazamientos masivos, mayor demanda de transporte colectivo y presión vehicular sobre las vías.
5.- La oferta de vivienda continuará orientada a satisfacer la demanda de los sectores de más altos ingresos haciendo más precarias las condiciones habitacionales de los sectores de más bajos ingresos.
6.- La incapacidad de responder a la demanda creciente por vivienda de interés social se traducirá en mayor segregación urbana. El hacinamiento aumentará y se agudizarán las deficiencias habitacionales incrementando las injusticias sociales.
7.- El actual sistema vial será rebasado por el incremento de la población y del parque automotor.
8.- El trazado y la organización de la red vial arterial serán cada vez más deficientes y crecerá la congestión en los puntos críticos.
9.- la falta de reserva de tierra para la construcción de las vías proyectadas como el anillo vial interno hará más complicado y costoso el trazado.
10.- La escasez de semáforos, la ausencia de pasos a desnivel, la indisciplina de conductores harán cada vez más deficiente la vialidad del Área Metropolitana.
11.- la ineficiencia del servicio colectivo de transporte tocará fondo, aumentará el índice de accidentalidad y el uso indiscriminado e intensivo de las motos empeorará la situación de Tránsito.
12.- La carencia de estacionamientos en el centro y otras zonas concurridas de la ciudad hará que el tráfico de vehículos cada día se vuelva inmanejable y caótico.
13.- La población, particularmente los habitantes de los barrios periféricos, continuará sufriendo por la falta de lugares de recreo y de instalaciones adecuadas que garanticen el acceso a los beneficios de la recreación y la cultura.
14.- El área central de Cúcuta continuará su proceso de deterioro convirtiéndose en zona negra.
15.- El abandono, ocupación indebida, pérdida y deterioro del espacio público incrementará de manera sustancial dando paso a una ciudad deshumanizada e indolente.
16.- El retraso de la inversión pública en los servicios sociales y equipamientos urbanos impedirá, al menos, satisfacer el déficit acumulado en la recreación, la cultura y el control ambiental en los barrios marginales densamente poblados, aumentando entre la población los sentimientos de desconfianza y desarraigo.
17.- La pérdida de la identidad ciudadana y del compromiso cívico será cada vez mayor, lo mismo que la apatía y el conformismo.
Foto: noticias.igac.gov.co
