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2013, satisfactorio para justicia y paz en Norte de Santander

CÚCUTA.- El fiscal 54 de la Unidad de Justicia y Paz de la Fiscalía General de la Nación, seccional Cúcuta, Édgar Augusto Carvajal Paipa, hizo un balance del trabajo cumplido durante 2013 en el interés de sacar adelante el proceso en Norte de Santander en beneficio de decenas de víctimas del conflicto armado interno.

El funcionario encargado de investigar los delitos cometidos por el Bloque Catatumbo de las Autodefensas Unidas de Colombia (Auc) explicó que como consecuencia de unos instrumento legales y administrativos dispuestos por el Fiscal General de la Nación, Eduardo Montealegre, que permitió implementar unos esquemas de priorización, el año que terminó fue satisfactorio para el proceso de Justicia y Paz en la región.

La llegada de Juan Pablo Hinestrosa Vélez, a la Unidad, imprimió una nueva dinámica de trabajo e hizo posible los deseos para que el proceso avanzara sustancialmente, a lo largo de 2013.

En ese sentido, se priorizaron 14 comandantes máximos de diferentes organizaciones de autodefensas y guerrilla desmovilizados. Se avanzó en lo que compete al Bloque Catatumbo, que hace parte del grupo de trabajo 1, con Salvatore Mancuso a la cabeza, como máximo comandante, con Jorge  Iván Laverde Zapata, ‘El Iguano’ y José Bernardo  Lozada Artuz, ‘Mauro’, comandantes de frente del Bloque Catatumbo.

De los 1524 hechos imputados y sobre los que se impusieron medidas de aseguramiento contra Mancuso, Laverde  y Lozada, y otros comandantes medios de los bloques Norte,  Córdoba y Montes de María, se concluyó en la segunda semana de diciembre de 2013 esa diligencia de imputación, pero todo el año se invirtió en escoger los casos, seleccionarlos y documentarlos al punto de llevarlos a imputación, dijo Carvajal Paipa.

En el caso del Bloque Catatumbo, se llevaron 120 desapariciones forzadas, que comprenden 140 víctimas. Igualmente, 400 casos de desplazamientos forzados, 40 de violaciones sexuales y 40 de reclutamiento de menores de edad.

Es toda una gama de ejes temáticos o conductas definidas como patrones de macrocriminalidad, desaparición forzada, deslazamiento forzado, reclutamiento de menores y delitos de género (violencia sexual). Ese será el insumo para avanzar  en los casos pendientes de llevar a la magistratura, precisó el Fiscal.

Se concluyó la audiencia con Salvatore Mancuso Gómez y los comandantes Jorge Iván Laverde, José Bernardo  Lozada, Ramón de las Aguas Ospino, alias ‘Chaca’; Isaías Montes Hernández, alias ‘Mauricio´ o ´Júnior´, y  Leni Giovanni Palma Bermúdez, alias ‘Alex’, que se unió a la sentencia por 146 hechos.

Se espera que en enero de 2014 resulten esas sentencias, como respuesta al clamor de las víctimas y la sociedad, de que se haga justicia, se condene a esas organizaciones y se llegue a la reparación del daño que causaron.

Se trata de una sentencia parcial, pero es la primera que se espera contra Salvatore Mancuso en Colombia. Con este jefe paramilitar y el Bloque Catatumbo en general se ha avanzado más que con otros bloques  en cuanto a que ha sido la intención y el interés, de que se esclarezca lo que  ocurrió en Norte de Santander con el accionar de ese grupo de autodefensas desde mayo de 1999 cuando llegaron hasta cuando se desmovilizaron el 10 de diciembre de 2004.

Desaparición Forzada

El coordinador de la Unidad de Justicia y Paz en el departamento explicó que la desaparición forzada es la conducta y el delito más terrible que se pueda conocer en una sociedad, sin desconocer que los homicidios y otros delitos también son graves y que no deben suceder. Tiene como particularidad la sensación que afrontan las víctimas, porque emocionalmente esperan respuesta de qué pudo pasar con el ser querido. Ese es el delito más detestable y condenable en la esfera del Derecho Internacional, según Carvajal.

En Colombia no se habían puesto los ojos de manera real a esa clase de conductas, dado que ese fenómeno ocurre hace  muchos años. Este es uno de los países donde más se desaparece a personas de manera forzada.

Desde la creación del proceso de Justicia y Paz se han conocido las prácticas de ese delito que está marcado en Norte de Santander como ultimar a las víctimas para lanzarlas a los ríos, matar a las personas, descuartizarlas y enterrarlas o enterrarlas de cuerpo completo, y una tercera práctica que consistía en quitarles la vida, enterrarlas para posteriormente inhumarlas y quemar los cuerpos en   hornos crematorios improvisados, “práctica macabra que no pude volver a suceder en la región”.

La responsabilidad de 200 hechos de esa naturaleza fueron confesados por los postulados,  imputados en Justicia y Paz en Cúcuta contra los comandantes y demás integrantes del Bloque Catatumbo desmovilizados.

Esa práctica continúa en el departamento a pesar de cesar la actividad criminal por parte de las Autodefensas Unidas de Colombia, porque en Norte de Santander pululan muchos actores armados, que incluyen agentes del Estado, que  también tienen esa intención en algunos casos de recurrir a la desaparición forzada, como ha quedado consignado en la historia del país.

A lo largo de décadas se ha escuchado hablar de la ‘mano negra’, ‘escuadrones de la muerte´,  ‘escuadrones  de justicia privada’, y por esa situación, mientras de una manera efectiva no se enfrente esa situación, no se combata a esas organizaciones, incluyendo a agentes del estado que por ideales políticos, ideologías o por otros intereses y propósitos quieren sacar del camino a sus víctimas.

Dolor de las víctimas

El fiscal 54 de la Unidad de Justicia y Paz de la Fiscalía General de la Nación, seccional Cúcuta, Édgar Augusto Carvajal Paipa, confesó que lo ha marcado en su trabajo diario el dolor de las víctimas. Ver que aún no encuentran reparación para el daño sufrido, y los casos concretos de personas victimizadas por los miembros de las Auc  en Norte de Santander, como violencia sexual, las prácticas de asesinar a las personas soltándoles piedras sobre la cabeza,  muertes a garrote o degollando, como lo confiesan Gilmar Mena y Wilfredo Esquivel Ruiz, alias ‘El Osito’, el primero de ellos especialista en matar niñas en Tibú (Norte de Santander).

Es conmovedor el dolor de las víctimas y la barbarie que confiesan en las audiencias los postulados que están en el proceso de Justicia y Paz, puntualizó.

Fundación Progresar

Sobre Rafael Antonio Pabón

Nací en Arboledas (Norte de Santander - Colombia), educado y formado como periodista en la Universidad de la Sabana (Bogotá), gustoso de leer crónicas y amante de escribir este género periodístico, docente en la Universidad de Pamplona (Colombia) y seguidor incansable del Cúcuta Deportivo.

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