Inicio / Destacado Barra / Violencia sexual. Hecho victimizante para causar terror

Violencia sexual. Hecho victimizante para causar terror

Las cifras del Registro Único de Víctimas (RUV), al 31 de marzo de 2013, provocan indignación. Entre 1985 y 2012, han sido víctimas de desplazamiento forzado 2’420.887 mujeres; 1431, de violencia sexual; 2601, de desaparición forzada; 12.624, de homicidios; 592, de minas antipersonal; 1697, de reclutamiento ilícito, y 5873, de secuestro.

Los grupos paramilitares han utilizado la violencia sexual contra la mujer como estrategia de guerra. En Norte de Santander este hecho victimizante contribuyó al terror generalizado y a la desesperanza para derrotar al enemigo, afianzar su poderío y establecer sus dominios en el campo y la ciudad.

La Unidad de Justicia y Paz informó, en reciente informe, que la Fiscalía investiga 1169 casos de violencia sexual o delitos de género cometidos por grupos al margen de la ley. Los responsables serían las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) y la guerrilla. En el caso de los grupos paramilitares, los bloques que tienen mayor número de denuncias son Norte, Central Bolívar, Catatumbo, Resistencia Tayrona y Héroes de María.

Víctimas y organizaciones de derechos humanos estiman que la cifra es solo una mínima parte de los dolorosos episodios que vivieron miles de mujeres víctimas del conflicto armado.

En el informe ‘¡Basta Ya! Colombia: Memoria de guerra y dignidad’, publicado por el Centro Nacional de Memoria Histórica (CNMH), se señala que las pérdidas, daños, trasformaciones e impactos que causa la guerra afectan de distinta manera a hombres, mujeres y niños.

Nueve de cada diez víctimas fatales o desaparecidas son hombres, pero es en las mujeres sobre las que recae el peso de la tragedia producida por la violencia.

Las mujeres han sido víctimas de múltiples, atroces y sistemáticos crímenes del conflicto armado. Los hechos de violencia han dejado huellas profundas y diferenciales, han trastocado la cotidianidad y han alterado creencias y formas y proyectos de vida.

Las 1754 víctimas incluidas en el RUV (773 entre 1985 y 2012, más 821 sin año de ocurrencia identificado) contrastan con las 96 confesadas por los paramilitares en las versiones y las 142 documentadas por organizaciones de derechos humanos.

La violencia sexual tiene un impacto diferenciado de tipo simbólico en sociedades patriarcales como la colombiana. La connotación social y cultural asociada a este tipo de acto, de degradación y de castigo para las mujeres, pero también de humillación al enemigo hombre o a su comunidad, hacen de esta modalidad de violencia una acción que potencia las repercusiones o daños que provoca la eliminación física o la tortura no sexual.

En el caso de los paramilitares, la violencia sexual se practicó en distintos contextos con diferentes objetivos:

1.- Para atacar a las mujeres por su condición de liderazgo.

2.- Para destruir el círculo afectivo de aquellos considerados como enemigos.

3.- Para ‘castigar’ conductas trasgresoras o ignominiosas desde la perspectiva de los actores armados.

4.- Violencia sexual articulada a prácticas culturales.

5.- Violencia sexual orientada a generar cohesión entre los integrantes de grupos paramilitares y el afianzamiento de sus identidades violentas.

FUNDACIÓN PROGRESAR

 

Sobre Rafael Antonio Pabón

Nací en Arboledas (Norte de Santander - Colombia), educado y formado como periodista en la Universidad de la Sabana (Bogotá), gustoso de leer crónicas y amante de escribir este género periodístico, docente en la Universidad de Pamplona (Colombia) y seguidor incansable del Cúcuta Deportivo.

Podría Interesarle

OBSTRUCCIÓN DE LA VÍA. Fenalco reporta pérdidas económicas en todos los sectores

CÚCUTA.- Un sondeo cualitativo efectuado por el gremio con afiliados de supermercados, comercializadores de productos …

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

This site uses Akismet to reduce spam. Learn how your comment data is processed.