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PAMPLONA – Norte de Santander.- Los pamploneses volverán a apropiarse de la Ciudad Mitrada y crearán un lugar para vivir mejor, mediante 100 intervenciones en un día de acción civil. El grupo ciudadano tiene el constante acompañamiento de Karina Suárez y Henry Granados, estudiantes de diseño industrial, quienes le han puesto el alma al proyecto para que funcione de la mejor manera.
La segunda versión de ‘100 en un día’ tendrá colaboración de la Universidad de Pamplona y de la Alcaldía. El rector Elio Serrano y el alcalde Carlos Bustos se reunieron con voceros de las juntas de acción comunal, Cámara de Comercio, colegios e instituciones de educación superior para hablar sobre la actividad, que se cumplirá el primero de noviembre.
El objetivo es que ese día los pamploneses hagan algo en la ciudad. El número se estableció para cumplir una meta. El programa se ha cumplido en Bogotá, Pasto y Cali.
Jóvenes, niños y adultos, propios y visitantes, efectuarán 100 acciones en la ciudad, para la búsqueda de un vivir mejor y lograr que la comunidad participe y que se muestre que con acciones pequeñas pueden liderarse trasformaciones.
Las acciones se desarrollarán en barrios, el centro, parques, colegios, empresas, locales comerciales, entre otros, para que las personas recorran Pamplona y se observe qué se está haciendo.
‘100 en un día’ es un proyecto de ciudadanía activa que propuso una ONG Internacional en Dinamarca, y llegó en el 2011 a Colombia. El primer intento se desarrolló en Bogotá. En mayo de 2012, se propuso la actividad que cubrió la superficie de la ciudad con interacciones urbanas, series de gestos y acciones.
El principal fundamento es trabajar en pro de la ciudadanía activa, involucra a los habitantes de las ciudades en la construcción para que actúen desde los imaginarios, las inconformidades y los sueños.
Es una red en la que los participantes crean conexiones para la resignificación de la ciudad. El trabajo en comunidad es el primer paso para la construcción colectiva, mediante una postura crítica desde la convivencia, con respecto a las visiones de la cotidianidad del espacio urbano, o desde lo que siempre han soñado de la ciudad, pero han esperado que otros hagan por ellos.
