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CÚCUTA.- Treintaiún años han trascurrido desde la visita del papa Juan Pablo Segundo a Colombia. Hoy, ‘el país más feliz del mundo’ o ‘el país del Sagrado Corazón’, como muchos lo denominan, recibe al papa Francisco. Bogotá se paraliza y en las calles congestionadas los feligreses aguardaron la llegada de un santo. Unos más satisfechos que otros por la noticia.
Desde Cúcuta viajaron 250 jóvenes escogidos por la Diócesis, esos mismos que serán la voz cucuteña en el encuentro con el pontífice. En el aeropuerto recibió al ilustre visitante el arzobispo Oscar Urbina, oriundo de Arboledas (Norte de Santander), y Su Santidad escuchó el bambuco ‘Brisas del Pamplonita’, canción que identifica a la capital de Norte de Santander.
La visita abrió la polémica y de un lado están quienes tienen argumento de peso, quienes hacen parte de otras religiones y quienes no tienen alguno sobre este asunto.
El cucuteño Gustavo Peñaloza, de 21 años, no hace parte de ninguna religión y tiene claro su punto de vista. “La llegada del Papa solo es una distracción. Hay problemas que podrían solucionarse con ese dinero”. Reconoció que la mayor parte del pueblo colombiano es católico y comparó este acontecimiento con un partido de la selección Colombia. “Mientras los que gobiernan distraen al pueblo con circo, eventos y demás, ellos hacen de las suyas con los recursos del país. De paso, con esos eventos a la gente se le olvidan los verdaderos problemas que nos está afectan”.
Eduardo Mendoza, de 23 años, oriundo de Villa del Rosario, es ateo. Cree que este es un tema polémico para muchos, porque ajeno o no al catolicismo, Francisco es un personaje importante en occidente y poderoso para la política mundial. “Teniendo en cuenta que el Vaticano es un país independiente, según sé, viene a tratar temas de paz y reconciliación”. Dijo que la visita abre preguntas acerca del proceso de paz colombiano, porque en un principio no quiso comprometerse en el asunto.
La dinámica de la organización de este espacio partió de mostrar lo que es Colombia, en la cultura, la posición frente al posconflicto y la diversidad que posee. Este es el papa 266, visitará varias ciudades y les da paso a tener una perspectiva diferente a los colombianos.
Yuliana Marín, de 20 años, pertenece a la iglesia cristiana, es oriunda de El Catatumbo. Piensa que el dinero recaudado para este evento, pudo haber sido invertido en otras áreas.
Karla García, de la Unidad de Evangelismo Centro, estimó que el gasto la venida del papa es innecesario, “puesto que el dinero, se puedo haber invertido en educación, salud y en espacios o personas vulnerables”.
Los canales privados de televisión RCN y Caracol darán a conocer cada paso que dará Francisco durante cuatro días en tierras colombianas. Los fieles y los seguidores del pontífice irradian alegría al saber que después de 31 años vuelven a ver a un santo, aquel que para muchos trae paz, bondad y solidaridad, y que para otros, es absurdo o una pérdida de tiempo.
Shaka Ortiz estimó que todo se basa en ocultar ciertas verdades. “Cuando el circo visita al pueblo, al pueblo no le importa gastar su dinero con tal de ser entretenido”.
Así varían los argumentos en favor y en contra de la presencia de Francisco en Bogotá, Medellín, Cartagena y Villavicencio. Diferentes pensamientos y perspectivas para una realidad. Es ahí cuando muchos ciudadanos preguntan ¿Colombia realmente está preparada para estos cambios?
YULIANA MARTÍNEZ
