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CÚCUTA.- En los primeros años como empleado público, Julio César Silva Rincón tuvo la primera oportunidad de ascender en el trabajo por méritos. Sucedió cuando era profesional de la Secretaría de Planeación Departamental. El jefe lo encargó del despacho durante tres días. En ese momento vio que el esfuerzo personal y la constancia tenían recompensa.
El hoy secretario General de la administración departamental entregó el testimonio en el Encuentro El poder de la meritocracia, organizado en Cúcuta por la Comisión Nacional del Servicio Civil, la Escuela Superior de Administración Pública y la Gobernación de Norte de Santander.
Aunque por esos días no se hablaba de meritocracia, Silva Rincón entendió que era oportuno hacer bien el trabajo. “En ese momento escuché y reflexioné hacia el empleo público, hacia el compromiso que uno como funcionario debe tener y hacer lo mejor en cada instante”.
Después, se preguntó por qué lo habían encargado de esas funciones. Y se respondió que ‘tal vez, había hecho unos trabajos con convicción personal’, lo que se reflejó en la confianza entregada.
Julio César Silva tiene 57 años y cumplió 34 como servidor público. Toda la vida laboral la ha trasegado en la Gobernación de Norte de Santander. Ha sido Gobernador encargado y ha pasado por las secretarías General (actual), Privada, Gobierno, Planeación y Desarrollo Territorial, Vivienda y Desarrollo Económico, y director de la Asociación del Menor Rudesindo Soto.
“Me siento orgulloso, porque en cabeza mía está el talento humano, el activo más valioso que tiene la administración”. Y si le solicitan una recomendación para quienes están en puestos públicos y para aquellos que hacen fila para ingresar les dice que “no hagan el trabajo por mejorar el ingreso salarial”. Y los invitó a que “lo hagan por convicción de servicio, de constancia, de ofrecer una retribución a la oportunidad que brinda el empleo público”.
También, los instó a prepararse en la academia. Silva Rincón es magister en Gerencia de Empresa, especialista en Finanzas Públicas, Administrador de Empresas y Tecnólogo Agropecuario.
Y si el compromiso laboral lo exige, “seamos autodidactas. Si las universidades proporcionan conocimientos, el ser autodidacta puede dar la manera de vivir y de coordinar acciones que darán resultados en la vida profesional”.
Dijo que el servicio público debe verse como un compromiso que se tiene hacia los ciudadanos. “La meritocracia no hace referencia solo a proveernos de un empleo y llegar hasta ahí. La meritocracia es para cumplir con los deberes que nos ofrecen nuestros empleos”.
A pesar de estar a punto de alcanzar la pensión, solo le faltan cinco años, les propuso a los empleados ser verdaderos trabajadores públicos. “Los invito a que nos pongamos en el zapato del ciudadano. A veces es molesto ver que desde la función que prestamos como empleados públicos no ofrecemos los servicios. Nos debemos hacia los ciudadanos”.
Hoy, aquellas escasas horas que pasó al frente de la oficina, en calidad de encargado, las recuerda con orgullo y lo convierten en motivador de la meritocracia con la satisfacción que experimenta un funcionario por la labor bien cumplida.
RAFAEL ANTONIO PABÓN
