CÚCUTA.- Los habitantes de la Urbanización Los Estoraques y barrios circunvecinos recuperarán la tranquilidad, luego de la demolición de la olla dedicada al expendio de sustancias sicoactivas. Los ciudadanos se sentirán seguros, alejados del peligro que representaba la presencia de consumidores de drogas.
En las cuentas del ministro de Defensa, Diego Molano, la destrucción de la casa alejará de la tentación a 900 niños que estudian en el megacolegio, ubicado a 200 metros del lugar. Invitó a la comunidad a combatir los hechos delictivos y a que se vinculen a las redes de participación cívica. “Con confianza, denuncien a los jíbaros y a las ollas para que nuestra Policía actúe”.
El lote, según anuncio del alcalde Jaime Yáñez, se aprovechará para construir un lugar que beneficie a la comunidad. La administración municipal, el ICBF y el Centro de Pensamiento Urbano del Área Metropolitana trabajan en la elaboración de los diseños “para sustituir estos espacios por unos que promuevan la dignidad y la decencia”.
La demolición es el resultado de la labor articulada entre la Alcaldía, la Policía y el Ejército. “Todos los días trabajamos día y noche por luchar contra la inseguridad de la ciudad”, dijo Yáñez.
Como testigos asistieron el ministro Molano Aponte; el director de la Policía, mayor general Jorge Luis Vargas; el director de la Dijin, mayor general Fernando Murillo; el comandante de la Policía Metropolitana de Cúcuta, brigadier general Óscar Moreno Miranda; la directora del ICBF, Lina Arbeláez, y autoridades regionales y locales.
“He jurado, dentro mis compromisos irrenunciables, trabajar por la educación y el emprendimiento. Demoler esta ‘olla’ es para construir un sitio de aprovechamiento de la comunidad”, afirmó el alcalde Jaime Yáñez.
De esta manera, la Alcaldía de Cúcuta le declaró la guerra frontal al micro y narcotráfico de la ciudad. En la tarde, el presidente Iván Duque entregó en Los Patios 50 motocicletas para la Policía, gestionadas ante el Ministerio del Interior.