CÚCUTA.- De 100 mujeres que comienzan un negocio, solo 4 superan los 10 años de existencia. El 96 por ciento de la mortalidad empresarial obedece a la falta de habilidades en gestión, gerenciales, de dirección y de ver de manera integral los componentes de una empresa, estrategia, mercadeo, financiamiento y técnico productivo.
En Cúcuta, 45 mujeres reciben capacitación, orientación y asesoría por parte del programa Ecco para hacerlas emprendedoras y permitirles, con seguridad, conseguir el respaldo económico en el momento oportuno para el crecimiento del negocio.
El 9 de marzo, se presentaron en la ciudad 30 planes de negocios, desarrolladas por mujeres emprendedoras. La jornada la presidió Jorge Enrique Garay, director nacional del programa. La intención era determinar la viabilidad de esos proyectos, destacar la cultura y emprendimiento de las cucuteñas, los deseos, los sueños empresariales y la perseverancia, que se evidencian en los retos que asumieron.
La actividad sirvió de retroalimentación del plan de negocios elaborado en tres o cuatro meses. El paso siguiente es poner en marcha las empresas, empezar a vender, generar empleo y asumir la responsabilidad social que cualquier empresa tiene con la región, con los indicadores de impacto para generación de riqueza y de utilidades.
“El programa Ecco cada día crece y los ejemplos de mujeres emprendedoras que tenemos pueden servir de referencia para muchas que tengan idea de negocio y un sueño empresarial, pero que por alguna razón están estancadas”, dijo Garay.
El emprendimiento cumple una etapa de expansión y las empresas dirigidas por mujeres, está estudiado, tienen mayores probabilidades de perseverar y sostenerse en el tiempo. “Al principio, son más analíticas y temerosas, pero cuando toman la decisión de arrancar el negocio lo hacen con convicción, determinación y perseverancia. Eso hace una gran diferencia con respecto a los hombres”.
En la ciudad las empresarias dirigen los esfuerzos a las manufacturas, el comercio, los servicios, los alimentos, el arte, el internet, la comercialización, la salud y la educación.
La Cámara de Comercio y el Banco Interamericano de Desarrollo son cofinanciadores del proyecto, porque están convencidos de que apoyar empresas dirigidas por mujeres es una inversión social con retorno. Lo que hacen es revertir los negocios en las familias y en la comunidad, y tienen persistencia.
“La falta de plata es un paradigma de la nuestra cultura. A veces pensamos que si no tengo la planta no puedo arrancar, si no tengo el bolsillo disponible y lleno de dinero no puedo arrancar. Al contrario, hay que arrancar por fases, paso a paso, ir demostrando que el producto y el servicio tienen potencial”, aseguró Pedro Enrique Garay.
El proyecto Mujeres Ecco invierte en desarrollar habilidades gerenciales, de gestión y técnicas, y en darles herramientas que les permitan pensar como empresarias. No es suficiente saber algún oficio, saber hacer algún producto, sino volverlo empresa. “Ahí es que nos garantizan la sostenibilidad de los negocios”.
El perfil en el que Mujeres Ecco se enfoca es en profesionales que tengan idea clara y definida de negocios, con diferenciación, innovación, con equipo emprendedor, que no sean solas contra el mundo. Los negocios de éxito son los que participa un equipo que piensa diferente, con disciplina, con recursos para el arranque.
“Cuando demuestre que es posible, se puede pensar en financiamiento por intermedio de entidades financieras locales aliadas que estén dispuestas a apoyar el programa”, anotó el director nacional de Mujeres Ecco.
RAFAEL ANOTNIO PABÓN