Contraluz.CO Sólo Periodismo
Artículos relacionados
ARBOLEDAS.- En 1946, existió en Arboledas el colegio Murillo Toro, primer antecedente de la Institución Educativa San Juan Bosco, que este año celebra 50 años de servicio a la comunidad. Por aquella época el colegio funcionaba con recursos departamentales y se abrió con los grados quinto de primaria y primero de bachillerato.
En 1949, recibió el nombre Julio Arboleda, denominación con la que permaneció hasta 1950, fecha fatal en la que ocurrió el terremoto en el municipio. El sismo destruyó gran parte del pueblo y las actividades educativas se interrumpieron. El plantel retornó a las labores en 1953, con el nombre de Colegio Parroquial.
En la medida que pasó el tiempo, la normalidad retornó a los hogares arboledanos y el número de estudiantes aumentó. A partir del 30 de enero de 1956, por iniciativa del padre Francisco Landazábal Reyes y de Juan Francisco Silva la institución reabrió las labores como colegio de varones San Juan Bosco, en memoria del patrono de las juventudes católicas.
Como rector fue designado Juan Francisco Silva Mogollón, quien ejerció el cargo hasta 1958. Lo remplazó el padre Manuel María Mora. El colegio funcionaba donde hoy funcionan la biblioteca municipal María Ofelia Villamizar Buitrago y la Casa de la cultura.
Luego, asumió la rectoría el padre Jesús Gregorio Rojas Álvarez. Entre sus logros en la gestión directiva sobresalen el graduar a los primeros bachilleres básicos (1962) y conseguir aportes de la nación y el departamento para la construcción de la planta física actual.
Mientras se adelantó la construcción fue trasladado (1964) hacia donde hoy funciona el Hogar del Anciano. En 1965, se entregó el primer bloque. En 1967, obtuvo aprobación oficial. En 1968, salió la primera promoción de bachilleres superiores.
El padre Rojas estuvo al frente hasta 1970, y lo sucedieron como rectores: Demetrio Olivares, presbítero Marco Aurelio Rodríguez, Isidro Torres Torres, presbítero José de Jesús Acosta Mohalem, licenciado Abraham Lizcano Cañas (1973 –1994) y Alirio Villamizar Galvis, hasta el 2001.
Por disposiciones de los gobiernos departamental y nacional, el Bosco se fusionó con el colegio Nuestra Señora de la Presentación, la escuela Pedro José Ortiz y la escuela Espíritu Santo. Mediante el Decreto 766, del 18 de diciembre del 2001, se creó la institución Educativa Nuestra Señora de La Presentación. La hermana Gladys Inés Tirado Duarte permaneció en la rectoría el 2005. Dos años más tarde, las Hermanas de La Presentación no continuaron en el municipio.
El especialista Pedro Ricardo Uribe Carvajal asumió la rectoría hasta el 2008. A partir de esa fecha, asumió la dirección el presbítero José de los Ángeles Cárdenas Rodríguez, quien con su liderazgo y apoyo de la comunidad educativa, ha proyectado la Institución y la educación de los alumnos desde los parámetros de la formación integral, humana, cristiana y con proyección laboral, que hagan vivencia el postulado de ser buenos cristianos y honestos ciudadanos.
En el 2008, teniendo en cuenta la trayectoria histórica del colegio, se solicitó retomar el nombre de Institución Educativa San Juan Bosco. La petición se legalizó mediante el Decreto 0058, del 8 de marzo de 2010.
Actualmente, el plantel es líder en la formación de niños y jóvenes de la región, ofrece servicios en preescolar, básica primaria, básica secundaria y media técnica con las especialidades: técnico en control de calidad en confecciones, en sistemas, en procesamiento de leches y derivados, y en mantenimiento de motores diesel.
Al celebrar los 50 años, el San Juan Bosco se enorgullece por la labor cumplida, por los egresados que ha formado en sus aulas y hoy son contados como importantes personalidades de la patria y por los avances y logros alcanzados para forjar la cultura y el progreso del pueblo arboledano.
Entre los maestros inolvidables destacan Paulina Ramírez Argüello, María Esther Rolón Güepsa, Emilio González Arteaga y Argemiro Suárez Gómez.
Como bachiller del año 1973 e hijo putativo de tan maraviloso pueblo, me alegra leer el reconocimiento a tan importante institución educativa y para algunos de sus educadores, quienes en su época reforzaron la formación de jóvenes con excelentes valores, algunos de los cuales hoy desempeñan importantes cargos a lo largo y ancho de la geografía nacional, que el Todopoderoso permita a los actuales miembros de la comunidad educativa, seguir orientando tan loable causa como lo es la educación básica secundaria.