CHITAGÁ – Norte de Santander.- En las calles de Chitagá vive un historiador que no tiene nada que envidiarles a los ilustres caballeros que le han aportado datos a la humanidad. En el pueblo aseguran que es una enciclopedia andante. Lo admirable es que todo lo que sabe lo ha aprendido por medio de la lectura.
Reposa en el borde del balcón de la casa. Viste camisa a cuadros, pantalón negro de pana, chaleco del mismo color y sombrero. Jorge Eliécer Villamizar tiene la cabellera blanca como el algodón, ojos azules y una sonrisa que brilla con la luz del sol. Todos los días se levanta temprano para esperar la llegada de los visitantes que van en su búsqueda y así conocer más acerca del municipio. Conoce la historia del país como si hubiera vivido desde la época de la colonia y la de la región que lo vio nacer.
Se enorgullece de saber tanto sobre la tierra natal y por aportarles conocimientos nuevos a los que concurren a su morada. Lo impresionante es que no asistió a la universidad. Los saberes los ha adquirido mediante la lectura en los libros de su biblioteca.
La pasión por los libros se la debe a un profesor en la infancia que le preguntó por el nombre de Simón Bolívar. Con timidez y desconcertado lo miró y respondió ‘señor, lamento no saber quién es ese caballero’. Después de esta experiencia, se dio a la tarea de investigar acerca de todo lo que lo intrigara. Ahora, es considerado en el pueblo como la mente ilustre.
“Cuando no leo 15 veces al día me siento triste”. Este hombre muestra a los visitantes los más de 3000 libros que conserva en la biblioteca personal. Sabe sobre filosofía, psicología, historia, arquitectura, matemáticas y teología, más los conocimientos que le han proporcionado los fieles amigos que habitan en su hogar.
De todo lo que tiene en la mente destaca, y se alegra al hablar, la música. Interpreta varios instrumentos de cuerda desde pequeño. Con la guitarra les alegra la vida a los visitantes; a otros, los ha hecho llorar por la letra de las canciones.
En cada cuarto de la casa guarda un tesoro escondido. En una pared de la habitación conserva un dibujo que pintó inspirado en la arquitectura de los imperios romano, persa y egipcio, y en Japón, España e Italia. Empresarios han ofertado para comprarle la idea y jocosamente les responde “si lo puede calcar en una hora, se lo regalo”.
En las demás habitaciones guarda colecciones de sombreros, botones, latas de cerveza y monedas. En un cuarto conserva el pesebre elaborado años atrás y al que le dedicó la totalidad del espacio para enmarcar lo que representa la religión católica.
Recuerda su juventud como una época grata. “Me acuerdo de que en ese tiempo me ennovié con tres muchachas del barrio en el que vivía y las tres eran hermanas”. Los hombres tienen un corazón muy grande y no le pueden dar su amor a una sola mujer.
No se arrepiente de nada vivido, todo lo ha disfrutado como si fuera el último día de la vida. Aunque muchos lo consideren inteligente y la mente prodigiosa del municipio, cree que los seres humanos pueden estar en ese nivel, solo que no pueden mantener una disciplina.
Jorge Villamizar vive con su hermana y su madre. Tiene amigos en varios países que lo invitan para que viaje a conocerlos sin la necesidad de gastar dinero. Le costean todo por tener el privilegio de que un ilustre caballero chitaguense los visite.
BRANDON YESID GALVIS
Estudiante de Comunicación Social
Universidad de Pamplona
Campus de Villa del Rosario
Foto: Especial para www.contraluzcucuta.co
eso si es verdad ,,,este es un personaje prodigio de chitaga ,,devieramos valorarlo mas ,,,,