CÚCUTA.- Al Complejo Penitenciario Metropolitano de Cúcuta lo acosan los problemas. Además del hacinamiento, los detenidos afrontan inconvenientes con la salud, la alimentación y el conflicto interno. “Es lamentable decirlo, pero acá un recluso no se resocializa”, dijo el Defensor del Pueblo de Norte de Santander, Jorge Villamizar.
El agente del ministerio público atendió la invitación del Concejo de Cúcuta para analizar la situación de las prisiones locales, masculina y femenina. La proposición la presentó Jaime Marthey, preocupado por el desbordamiento de la capacidad de albergue en la cárcel.
“La cárcel de Cúcuta tiene una capacidad para 2500 reclusos y actualmente alberga 3700 internos”, dijo el concejal. El coronel Jaime Barrera, comandante de la Mecuc aumentó la inquietud de los coadministradores cucuteños al informar que hay 140 detenidos en las estaciones de Policía de la ciudad, y aguardan el traslado a la penitenciaría.
El Complejo Penitenciario no recibe más reos, porque la Defensoría del Pueblo instauró una denuncia contra el Inpec, en la que prohíbe recibir más reclusos debido al aumento de la población carcelaria.
El presidente del sindicato del Inpec, Carlos Ramos, dijo que “las cárceles no son bodegas humanas”. Reiteró que deben devolverle a la sociedad personas aptas para vivir en sociedad. “El objetivo final de la pena que se dicta a un recluso, es la resocialización”, agregó.
El presidente del Concejo de Cúcuta, Nelson Ovalles, afirmó que “vamos a iniciar un debate serio y profundo sobre la situación actual de la cárcel de la ciudad”. La corporación municipal mostró voluntad humanitaria y política para trabajar en la solución de los problemas que aquejan a la institución.
Los concejales manifestaron que la solución a este problema es netamente presupuestal. Se comprometieron a trabaja con el alcalde César Rojas para destinar recursos a la penitenciaria de Cúcuta.