CÚCUTA.- La situación económica del Hospital Erasmo Meoz no es la mejor en este momento. A pesar de los ajustes implementados por la gerencia los problemas se avizoran en el panorama regional. La amalgama de circunstancias negativas conspira contra el mayor centro de atención en el departamento.
Entre los aspectos que despiertan preocupación destacan:
1.- Algunos recursos del Gobierno no llegan, a pesar de que están anunciados.
2.- Las EPS deben $ 200.000 millones. Todas están en el paquete de deudores, incluso las liquidadas.
3.- El reclamo al gobierno departamental por la estampilla para la salud. Hace tiempo que no llegan los recursos como se cree que debe ser, ni en la cantidad que se espera sea.
4.- El Gobierno ordenó pagar con recursos propios parte de los aportes patronales de la nómina, gastos que se cubrían con recursos del Sistama nacional de Participaciones.
El gobernador William Villamizar y los diputados han mostrado interés en arreglar la situación, pero no ha habido acciones concretas. El hospital, de tercer nivel, cuenta con tecnología médica está de acuerdo con las necesidades regionales, pero faltan las partidas necesarias para salid de la situación angustiosa que afronta.
A los problemas propios del Erasmo Meoz se suma la llegada masiva de venezolanos en busca de atención, especialmente por urgencias, y no se les pueden negar la consulta, el diagnóstico y hasta los procedimientos médicos largos. La deuda generada por los venezolanos crece y el Gobierno tiene anunciados unos auxilios que, infortunadamente, no llegan.
La presencia de pacientes venezolanos no ha dificultado la atención a los colombianos. El personal operativo del hospital es eficiente y los administradores han estado pendientes para ofrecer la atención debida a los enfermos locales.
El hospital cumple con los objetivos, aunque en ocasiones con austeridad con restricciones. El personal administrativo y operativo es consciente, la preocupación está por el lado de lo que venga. Los pasivos, si no son alarmante si son preocupantes. Y no se puede esperar a que llegue al tercer trimestre del año, a octubre, porque el hospital se vería abocado a restringir servicios, no operar con el personal actual y asumir otras consideraciones económicas que deben tenerse en cuenta.
El cobro a las EPS del dinero que deben tiene que hacerse por la vía jurídica. Esos fondos están en alguna parte y el Gobierno se hace, a veces, ‘el de la oreja gocha’ y no toma medidas para recuperarlos. Las EPS se liquidan o entran en crisis, y las demás mantienen el servicio y no pagan. Entre tanto, para los pacientes los descuentos son puntuales y al día.
La crisis la afronta el sector en el país, no es solo de Norte de Santander. El apoyo de los congresistas para salir de esta encrucijada es otro problema, porque no hay conciencia en la clase dirigente, que debería estar pendiente de la salud de los colombianos.
La salud tiene una serie de complicaciones y todos los días aparecen decretos y disposiciones que restringen e impiden que los servicios sean eficientes como la ciudadanía los necesita. El hospital Erasmo Meoz, es cierto, está operando, pero con preocupación.
RAFAEL ANTONIO PABÓN
Foto: fcs.ufps.edu.co