1.- Las circunstancias que hoy gravitan sobre la frontera – y que son mayores y más difíciles y complejas que las ocurridas cuando, lamentablemente, se cerró al tráfico bilateral, en el 2015 – obligan a las autoridades públicas y privadas y a la comunidad a adoptar medidas y actitudes que permitan manejar y superar la grave y delicada emergencia que se experimenta y complica tanto el normal desenvolvimiento local y regional, como la angustiosa perspectiva que hoy domina al panorama político, económico, social y estructural de Venezuela, cuyos efectos convulsionan y repercuten sobre la población, que observa con preocupación y angustia lo que acontece con sus implicaciones.
La magnitud de los hechos es de referencia internacional y nuestra área local, regional y fronteriza es la que más recibe los impactos, por la vecindad y el número de familiares y correspondencias que existen. Lo más lógico y procedente lo constituiría la creación del Comité de Asistencia y Solidaridad que vele y atienda la atención, seguridad y ayuda que sea menester dentro del marco de nuestra faja territorial y para evitar un mayor colapso, dados los indicadores en desempleo, inseguridad y limitantes de desarrollo.
2.- Es, además, oportuno e indispensable que con espíritu positivo e integracionista, por los nexos históricos que nos determinan con Venezuela y dentro de la más juiciosa y ponderada evaluación se estructuren y promocionen proyectos e iniciativas para conformar fuentes y lugares que permitan la constitución de organismos, empresas y gestiones de carácter bilateral que configuren el surgir de acciones y opciones para aprovechar nuestra ubicación geoestratégica y la presencia de ventajas comparativas, que no se han aprovechado, porque ha faltado más unión y coordinaciones de gobiernos y de sectores gremiales, laborales y visionarios de los dos países.
Cuando se analice y pongan sobre las mesas de propuestas y de transformación y cambio lo mucho que podríamos lograr si obráramos en equipo y pensando en un futuro más consecuente, sería otra la realidad de los hechos. Por eso y porque el panorama de las posibilidades exige invitar a los que no son más fraternos, desde diciembre del 2015 y desde Cúcuta, se remitió a las cancillerías en Bogotá y Caracas, un memorando y propuesta para dar camino Parques Industriales, Parques Tecnológicos, Zonas Francas Especializadas y una Zona Especial para Maquiladoras, partiendo del concepto y de la base de que uno de los mayores problemas es la carencia de fuentes de trabajo y aportes a los mercados nacional e internacional.
3.- Vale destacar que pronto se retorne al restablecimiento de las relaciones bilaterales, porque nos faltan más contactos y enlaces viales-desde lo terrestre y férreo, hasta lo aéreo, así como más compenetración en lo universitario y empresarial, como lo atestiguan la ausencia de obras conjuntas y los distanciamientos en lo gremial y cultural por un exagerado centralismo y una desatención al desenvolvimiento de las áreas limítrofes y fronterizas.
En los momentos de prueba y cuando marchan mal las cosas, el no desistir nunca en el obrar bien y con conciencia clara de lo que se intenta, constituye un gran auxiliar.
JOSE NEIRA REY