Inicio / Destacado Barra / Llega otro proceso de paz

Llega otro proceso de paz

Por la razón que sea, el país está a las puertas de iniciar un nuevo proceso de paz. El Estado, como debe ser, saca pecho diciendo que por las arremetidas de las tropas, las Farc y el Eln se ven obligados a poner sobre la mesa cartas aun en blanco,y el Gobierno las toma de manera triunfalista. Las fuerzas de izquierda aseguran que es hora de dar el paso para que los colombianos vivan, por fin, en una patria digna, sana y placentera.

Ahora, el Gobierne debe tener en cuenta las experiencias pasadas y no hacerse el invicto, porque el panorama visto por el retrovisor de los malogrados intentos por pactar acuerdos con los revolucionarios solo deja una cortina de humo y polvo en los ojos de quienes se ilusionaron con aquellas bonitas intenciones. Para la muestra, lainolvidable silla vacía.

La guerrilla en la política

Para nadie es un secreto que, puntualmente, las Farc tienen un arranque político. Lo que no se debe permitir es que si piensan y anhelan una curul deben dejar delado y por completo las armas. Así como ocurrió con el nacimiento de la Unidad Patriótica, donde solo faltó que los subversivos llegaran al capitolio con pantaneras, camuflado y fusil terciado.

Para avanzar sanamente en un nuevo proceso de paz, es necesario que la guerrilla haga alto el fuego de manera inmediata. De otra forma no habrá posibilidad de concertar una mesa de diálogo. Gobierno y guerrilla deben concertar el plazo reflexivo para iniciar el cese de hostilidad y terrorismo en el que la subversión tiene sumido al Estado.

El desastre cometido por el expresidente Andrés Pastrana obliga al Estado a no negociar otro despeje, ni mucho menos ofrecer desmilitarización de un lugar. La historiacuenta que lo único que permitió ese acto, quizá de buena fue en San Vicente del Caguán, fue que los insurgentes, llámense como se llamen, abrieranlas alas que por poco dejan a obscuras al país.

¿Alguien debe pagar?

Es más que claro, que los insurgentes van detrás del tan sonado perdón y olvido, pero el Estado no puede dejar que esas fuerzas de izquierda se traguen el recuerdo de los conciudadanos que torturaron, masacraron y violaron en toda la extensión de la palabra. Sin duda, alguno de aquellos que participaron en esos actos atroces se debe responsabilizar de los hechos. ¿Qué tal los cabecillas? Pues sea como sea los del subsuelo solo cumplían órdenes, jalaban del gatillo sin saber por qué, ni quién era la víctima, mientras que las mentes brillantes sabían cuánto daño causaban de forma selectiva.

Por eso, la petición es que si existiera un nuevo intento por conseguir la paz en el país, debe ser un proceso que no sea excluyente, y en el que le den participación a todas las clases, a todas las organizaciones, a todas las víctimas y, en aras de la igualdad, a los victimarios.

 

Sobre Rafael Antonio Pabón

Nací en Arboledas (Norte de Santander - Colombia), educado y formado como periodista en la Universidad de la Sabana (Bogotá), gustoso de leer crónicas y amante de escribir este género periodístico, docente en la Universidad de Pamplona (Colombia) y seguidor incansable del Cúcuta Deportivo.

Podría Interesarle

EL CATATUMBO. Se cumplen tres meses de atención a la población desplazada

CÚCUTA. Tres meses después del desplazamiento masivo desde El Catatumbo continúan llegando a Cúcuta familias …

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.