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CÚCUTA.- Jairo Ibero Ortega buscó en las urnas la Alcaldía de Cúcuta, la Asamblea de Norte de Santander y el Senado de la República. Esas aspiraciones políticas no se concretaron por falta de respaldo popular. Se quedó como el exconcejal que critica sin remordimientos y como el exdirigente frentero que llama a cada situación por su nombre y apellidos.
Las elecciones del 9 de marzo, el futuro de Norte de Santander con los congresistas electos, el fracaso de viejos conocidos en estas lides y la venta de la conciencia por parte del pueblo son aspectos que analiza con cabeza fría y palabras certeras.
¿Cuál es el análisis que le queda de la jornada electoral del 9 de marzo?
Esta es una verdadera sinvergüenzura, esto es una subasta, una compra y venta de votos. El pueblo, en su gran mayoría, es sinvergüenza. Por $10.000 o $ 20.000 vende el voto y no le importa por quién vota. La compra de votos, el domingo, fue tremenda. Además, el sistema electoral es pésimo, un tarjetón que confunde a la gente. Esto no tiene sentido. Veo que en Colombia, en materia de elecciones, cada día vamos más para atrás. Los colombianos entienden menos la política, el día de los comicios se vuelven locos a vender el voto, sufren de amnesia transitoria y se les olvidan los problemas del país.
¿Cuál es el análisis para el caso de Norte de Santander?
Creo que como vamos, no vamos bien. Tenemos problemas terribles de desempleo, falta de dinero, falta de obras y ninguno de los candidatos al senado hablaba sobre el particular. Parece que les daba miedo salir a enfrentar al presidente Juan Manuel Santos para decirle ‘apiádese de esta tierra’. Todos terminaron con diabetes, llenos de mermelada. No veo nada positivo en beneficio de los nortesantandereanos.
¿La pérdida de curules en el senado en qué afecta al departamento?
De todas maneras, así sean malos los tipos, para algo sirven. Por muy malo que sea el senador, por lo menos conseguirá una bolsa de cemento para el departamento. Lo malo es que no sirvan para un carajo, pero bueno… Se nos acabó el Cúcuta Deportivo y nos quedamos sin senadores. Hay que volver a los senadores regionales. Si nos va mal con senadores, sin ellos sí que nos irá peor.
¿El perpetuar apellidos en la política que tan bueno es para la región?
Eso es bueno para las familias de ellos. No le dan la oportunidad a nadie, cierran los anillos. Si alguien aparece y quiere participar en política en difícil porque no tiene plata. Una curul en el Senado cuesta entre $ 8000 millones y $ 10.000 millones. Son las organizaciones delictivas, en las que se ha convertido la política, las que financias esas compañas. Si no se vendiera el voto habría oportunidad para que la gente decente participara en política.
¿La pérdida de la investidura para Iván Clavijo, Carlos Barriga, Carlos Hernández y Carlos León Celis es el castigo del pueblo?
No. Aquí no hay congresistas castigados por el pueblo. Estos son tejemanejes de la política. Eso ocurre por falta de organización, por no defender los votos y por no hacer presencia el día de las elecciones en los puestos de votación.
¿Cómo interpreta que la exalcadesa María Eugenia no haya cumplido el deseo de llegar a la Cámara de Representantes?
No le alcanzó la plata. Es la verdad, porque como esto es una subasta, y todos andaban en tragedias, unos prestando plata, otros haciendo ojitos para ver quién los ayudaba. Creo que en esta guerra el que no tuvo plata se quedó por fuera.
¿Lo sorprendió algún hecho ocurrido en Norte de Santander?
Me sorprendió el caso del expresidente Álvaro Uribe. No le vi mucha gente trabajando, ni comprando votos. Me imaginé que la gente no lo calificaba como candidato al Senado sino como jefe de la oposición. Logró recaudar la indisposición de la gente hacia el presidente Santos.
¿Con los senadores y representantes electos le irá mejor a Norte de Santander que lo que le fue en los últimos cuatro años?
Creo que nos está yendo como al bolívar, cada día más barato. Con ellos o sin ellos da la misma vaina. No veo la razón por qué la gente vota.
RAFAEL ANTONIO PABÓN
