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CÚCUTA.- Los gobiernos departamental y municipal, y la Policía Metropolitana lamentaron el ataque contra el camión del Escuadrón Móvil Antidisturbios (Esmad), en la Primera Etapa de la Ciudadela Juan Atalaya. El hecho, ocurrido este miércoles en la mañana, dejó heridos a 17 policías y dos civiles.
En la inmediata reacción, la Gobernación ofreció recompensa de $ 50 millones por información sobre los autores de atentado. El gobierno departamental rechazó la actividad terrorista de grupos al margen de la ley que alteró el bienestar y la convivencia de los cucuteños.
El alcalde César Rojas, tras unirse a las voces que condenaron el ataque, recorrió el lugar de los hechos y dispuso con el Ejército y la Policía un fuerte dispositivo de seguridad.
Expresó solidaridad con los heridos y reconoció que los miembros del Esmad han puesto la vida en peligro. También, anunció apoyo para las familias propietarias de las viviendas afectadas por la explosión. Pidió a los cucuteños unidad y los convocó a trabajar por la seguridad de la ciudad.
El secretario de gobierno departamental Yebrail Haddad Linero hizo un llamado a la Fuerza Pública a mantener la actividad legal y constitucional para contrarrestar la delincuencia organizada y a frenar su accionar delincuencial.
La Policía Metropolitana de Cúcuta adelanta la investigación tendiente a esclarecer el ataque. Se conformó un grupo especial de investigadores con el fin de identificar a los autores del hecho delictivo y que puso en riesgo a los uniformados y a la comunidad. El sector donde ocurrió la explosión es una zona residencial y una vía con alto tránsito peatonal y de automotores.
Los 17 uniformados fueron trasladados a una clínica local, donde fueron valorados por los médicos. Quince fueron dados de alta y dos quedaron bajo observación a la espera de resultados de exámenes. El conductor de un taxi y un residente en la zona también fueron afectados levemente por las esquirlas de vidrios y traumas acústicos por la onda explosiva.
Además de los daños causados al camión en el que se movilizaban los policías, el artefacto explosivo detonado afectó un taxi, un vehículo de servicio particular y una buseta de servicio público de pasajeros. Siete viviendas quedaron averiadas por la onda explosiva y dos requieren mayores arreglos estructurales.
Una hipótesis es que el ataque obedece a la retaliación por los operativos desplegados por la Policía Metropolitana de Cúcuta para atacar el contrabando de mercancías y el tráfico de estupefacientes en menores cantidades y recuperar el espacio público.
En el Consejo de Seguridad reunido a comienzos de semana, la Policía y el Ejército presentaron cifras relacionadas con orden público ante el Viceministro de Defensa, Aníbal Fernández de Soto, y dieron un parte de tranquilidad y normalidad.
La Procuraduría Regional no quedó satisfecha con la relación de hechos. Meses atrás ha exigido al gobierno central asumir el control de la seguridad en esta zona del país de manera seria y contundente, teniendo en cuenta los hechos ocurridos en varios puntos de Norte de Santander, desde comienzos de año.
Juan Carlos Bautista, procurador regional, señaló que lo que ocurre sobre orden público, inexplicablemente, contrasta con los informes entregados al Viceministro. A menos de 24 horas de la revelación de la realidad distinta a la expuesta por la Policía y el Ejército, ocurrió la explosión del artefacto en la Ciudadela Juan Atalaya.
“A pesar de la molestia que le causó al señor viceministro la intervención de la Procuraduría, continuaremos llamando las cosas por su nombre y exigiendo la adopción de políticas estructurales en materia de seguridad, control migratorio e inversión social”, dijo Juan carlos Bautista.
Foto: Enviada por WhatsApp
