CÚCUTA.- Los narcotraficantes pagan $ 12 millones por hectárea cultivada de coca, con derecho a cárcel y bala. En el país, la coca está plantada, entre el 78 % y el 80 %, en Norte de Santander, Putumayo, Nariño y Cauca. Esas cifran preocupan al ministro de agricultura Aurelio Iragorri Valencia y dijo que “eso hay que cambiarlo por una oferta seria y estable en el tiempo”.
En el último año, el Ministerio invirtió $ 260.000 millones en proyectos productivos en Norte de Santander, lo que ha permitido mejorar la calidad de vida de cientos de campesinos y también que los productores recuperen la oportunidad de proveer a Venezuela de alimentos.
“Es ahí donde tenemos que sembrar las acciones si queremos que las cifras de los ilícitos disminuyan”, dijo el ministro y reconoció que el departamento tiene una inmensa capacidad productiva, capaz de acabar con los cultivos ilícitos que azotan a El Catatumbo. Iragorri Valencia se reunió esta semana con voceros del sector productivo y alcaldes de Norte de Santander.
“Tenemos que recuperar territorialmente, en el tema productivo, a la zona de El Catatumbo”, dijo el funcionario. La cita con la comunidad agropecuaria del departamento tenía como objetivo definir las inversiones que se requieren para activar el potencial de la región.
El ministro se refirió a los cultivos ilícitos y expresó que el Gobierno articula esfuerzos para ofrecer alternativas viables y sostenibles para quienes por la presión del conflicto han tenido que dedicarse a esa labor. “El programa de sustitución de cultivos es la única alternativa que encontramos viable para acabar con este tipo de cultivos”.
El Gobierno lleva años en la lucha contra este problema y en lo que se enfocará ahora será en fortalecer el sector agropecuario y ofrecerles una alternativa de vida distinta a la esclavitud que tienen por la plantación de coca.
La Agencia de Renovación del Territorio se dedicará exclusivamente a integrar las acciones de los ministerios involucrados para ofrecer de manera ordenada la posibilidad de sustituir esos cultivos. “Estas experiencias, en parte, han fracasado por el mismo conflicto armado”, reconoció Iragorri. “Si se logra sembrar la paz, estamos seguros, habrá más seguridad para darles a estas personas esas alternativas para trasformar sus vidas”.
Foto: @MinAgricultura