CÚCUTA.- A escasas semanas de cumplir el tercer año de la creciente súbita de la quebrada Tonchalá, las 105 familias afectadas aún no encuentran solución a los problemas ocasionados por esa avenida torrencial. El 17 de noviembre de 2020 perdieron viviendas y enseres, y hoy, a pesar de que la Alcaldía atendió la emergencia con obras de mitigación, todavía afrontan dificultades.
Ante la situación reportada, el alcalde Jairo Yáñez, el secretario de gestión del riesgo Hubert Plaza y líderes de la comunidad viajaron a Bogotá y en Mesa Técnica, reunida en la sede la Unidad Nacional de Gestión del Riesgo (UNGRD), definieron la hoja de ruta para atender los compromisos y la asistencia económica pendientes.
“No descansaremos hasta encontrar una solución real y definitiva ante esta problemática, por eso estuvimos acompañando y proponiendo alternativas”, dijo Yáñez al final de la reunión.
Entre los compromisos asumidos en la Mesa Técnica destacan:
- Abordar el desarrollo del programa de vivienda, encabezado por el Gobierno con apoyo de la Alcaldía, para atender el problema.
- El 17 de noviembre, visitarán la ciudad funcionarios de la Unidad Nacional de Gestión del Riesgo para revisar varios lotes de terreno como alternativas de solución al problema.
“No buscamos pañitos de agua tibia para esta comunidad del 23 de Enero, sino mejorar sus condiciones de manera significativa tras el fenómeno natural”, puntualizó el alcalde Yáñez. El caudal de la quebrada Tonchalá afectó a la comunidad del 23 de Enero que, tras la intervención oficial, se encuentra bajo control en épocas de lluvias.
La administración municipal ha acompañado a la comunidad y ha intercedido para que desde la Unidad Nacional de Gestión del Riesgo se paguen los cánones de arriendo para las familias, cuyos atrasos han originado protestas.
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