BOGOTÁ.- Mucho se ha hablado en los últimos días sobre el borrador de reforma a los servicios públicos. Cómo sucede con tanta frecuencia en nuestro país, especialmente cuando se trata de las iniciativas del actual gobierno, la discusión ha estado marcada por el alarmismo. Somos conscientes de que un cambio en el modelo de servicios públicos puede afectar para bien o para mal a muchos grupos de interés. Por eso entendemos la ansiedad que la reforma despierta y queremos dejar en claro que estará antecedida de una amplia discusión política.
Es importante no perder de vista que apenas se han conocido textos en construcción. Antes de que la reforma se presente al Congreso habrá incorporado aportes de la ciudadanía, de los vocales de control, de las empresas y gremios de servicios públicos. El proyecto también surtirá un sinnúmero de cambios durante el trámite legislativo. Por eso, celebramos los argumentos que se han expuesto a favor y en contra, pues contribuirán a mejorar el resultado final.
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